BMW Serie 5

Tras algo más de tres años y medio, BMW ha realizado una puesta al día de su Serie 5. En un primer vistazo las diferencias apenas si se llegan a apreciar pero, poco a poco, se van descubriendo los múltiples cambios que se han realizado, tanto en su estética como en sus motores y tecnología.

BMW Serie 5
BMW Serie 5

Si de algo puede presumir BMW es de la exquisita realización de sus mecánicas, tanto las que utilizan la gasolina como el gasóleo como combustible. En esta actualización de la Serie 5, se han realizado diversas modificaciones en algunos de sus motores y se ofrecen nuevas mecánicas más potentes y menos contaminantes. La nueva Serie 5 cuenta con nueve mecánicas disponibles, cinco de gasolina y cuatro Diesel. Los Diesel cuentan todos con conducto común de tercera generación, destacando la presencia del poderoso 535d que ofrece ahora 14 CV más que en la anterior versión llegando hasta los 286 CV de potencia, gracias a la presencia del Variable Twin Turbo, un sistema que emplea una turbina de pequeño tamaño –con baja inercia- mientras se rueda a baja velocidad y al aumentar las revoluciones entra en funcionamiento una turbina de mayor tamaño que aporta unas extraordinarias cifras de par, que alcanzan su máxima expresión alrededor de las 1.750 rpm. Todos los motores de gasolina de seis cilindros reciben la inyección directa combinada con funcionamiento con mezcla pobre. Este dispositivo utiliza inyectores piezoeléctricos que alcanzan hasta las 200 inyecciones por segundo lo que garantiza una óptima combustión de la mezcla. Otro de los aspectos en los que más han incidido los ingenieros de BMW es en el tema de la reducción del consumo y, por consiguiente, de la contaminación. Para ello, en los modelos dotados de caja de cambio manual se ha implantado un indicador ubicado en el cuadro de instrumentos que avisa al conductor del momento óptimo de cambio de marcha, indicando cuál es la velocidad a insertar más adecuada para cada momento. A esto se han añadido diversas actuaciones totalmente automáticas y para que funcionen no tiene que realizar ninguna acción extra el conductor. La primera de ellas está disponible en todos los motores de gasolina de seis y ocho cilindros, y es un sistema de recuperación de la energía en frenadas –Brake Energy Regeneration-, un dispositivo parecido al que disponen los coches híbridos y que hace que la batería se recargue cuando levantamos el pie del acelerador o cuando pisamos el freno. Por regla general el alternador está desacoplado en aceleración con lo que no necesita de ningún aporte de consumo de combustible para ir recargando la batería, lo que supone una disminución del consumo de carburante. La segunda es la optimización de la aerodinámica del coche. Cuando el sistema detecta que tanto el sistema de refrigeración del motor como el de los frenos no tienen necesidad de caudal para su enfriamiento, cierra las trampillas de entrada de aire mejorando su coeficiente aerodinámico y, por consiguiente, reduciendo el consumo de carburante.Creemos que no ha habido en los últimos tiempos un eslogan más acertado para definir con total exactitud la filosofía de los coches que elabora una marca de coches. Porque si BMW se distingue por sus exquisitas mecánicas, no es menos cierto que todos sus modelos tienen un componente de dinamismo que no se encuentra en ninguna otra marca. Nos sigue pareciendo increíble cómo se disfruta al volante de un Serie 5, independientemente del motor que se aloje bajo su capó delantero y del ritmo de marcha que adoptemos. Puestos a elegir y sin recurrir a los extremos, nos seguimos quedando con el 530i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos que permiten rodar a ritmo tranquilo de ciudad y, en caso de necesidad, simplemente pisar a fondo el acelerador para que el motor suba de vueltas con una celeridad destacable. Si a esta mecánica la unimos la nueva caja de cambios automática con accionamiento tipo secuencial tanto desde la palanca como de las levas ubicadas en el volante, se podría decir que estamos ante un delicioso pastel que mantiene todo su dulce sabor y que, encima, no engorda. Rico, rico, que diría nuestro cocinero más televisivo. El bastidor está a la altura de lo que se espera en un coche de este talante. Su equilibrado reparto de pesos, su propulsión trasera y una dirección suave y bastante precisa –y encima más rápida si lo dotamos de la opcional dirección activa-, hacen que las carreteras con curvas sean una placentera situación que se nos hace bastante corta a menos que viajemos de punta a punta de nuestra geografía.

La Serie 5 de BMW empezará su comercialización en nuestro mercado a partir del próximo mes de abril, con todas sus variantes mecánicas, de carrocería y de tracción ya que se mantienen las variantes con tracción total tanto con motores de gasolina como turbodiesel. Con buenos mimbres dicen que se hacen buenos cestos y esto es lo que sucede en el caso de la Serie 5 de BMW ya que se parte de una base más que excelente en todos sus apartados y se le mejora en aquellos que, además, ya destacaba como sus motores o la tecnología aplicada. Bien es cierto que los motores Diesel son los más demandados por una inmensa mayoría de los compradores, pero con las mejoras introducidas en las mecánicas de gasolina y la presencia de la nueva caja de cambios automática de seis relaciones, decantarse por un gasolina no es ningún disparate, y más si no se hacen, de verdad, muchos kilómetros al año.