El BMW Z4 se daba a conocer en el Salón de París de 2002 y a finales de ese mismo año se iniciaba la comercialización. Aunque ofrecía un planteamiento similar, el Z4 era un roadster de mayores dimensiones que el Z3, un modelo que había gozado de un impresionante éxito comercial.
Inicialmente, el BMW Z4 montaba un motor de 3 litros de seis cilindros en versiones de 192 CV y 231 CV para los 2.5i y 3.0i. Dos eran las opciones para la caja de cambios, manual de 5 o 6 marchas, también automática de convertidor de par de cinco velocidades. En el BMW Z4 se montaba de serie el control de estabilidad, lo que suponía un avance muy importante con respecto al Z3 en materia de seguridad.
En 2004 se ponía a la venta una versión algo más económica equipada con el motor 2.2 litros de seis cilindros para el que se declaran 170 CV, rendimiento más que suficiente para disfrutar de este biplaza.
El BMW Z4 coupé llegaba en 2006. En aquella ocasión, recibió un ligero lavado de cara y también se renueva la gama de motores. Aparece un cuatro cilindros de 2 litros y 150 CV como variante de acceso, mientras que el 3 litros se ofrece con 177, 218 y 265 CV para los 2.5i, 2.5si y 3.0si. La guinda la pone, no obstante, la versión M equipada con el motor 3.2 del M3 en su variante de 343 CV.
En 2009 apareció la nueva versión del Z4 bajo denominación interna E89 que sorprendía con un nuevo techo metálico retráctil, lo que traía consigo la lógica desaparición de la versión Coupé.
BMW Z4 de segunda mano: sus precios en el mercado de ocasión
A partir de 6.000 euros se pueden encontrar los Z4 de primera generación en elmercado de coches de segunda mano. Lógicamente se trata de las unidades más antiguas y generalmente con kilometrajes bastante elevados en el marcador, si bien es verdad que se trata de un coche bastante fiable, que ha demostrado siempre una gran robustez. Los motores de 3,0 litros en sus distintas versiones son los más recomendables, el 2.2 también es bastante satisfactorio, mientras que el 2,0 litros de 150 CV se queda un tanto justo para las pretensiones del modelo y la variante M queda reservada a la clientela más radical. ésta es la que ofrece mayor emoción a los mandos, pero también es la más cara de mantener. Las unidades más caras pueden llegar a los 20.000 €, pero se trata de coches de los últimos años y con muy pocos kilómetros en el marcador, mientas que los Z4 M superan los 30.000 €.
Las mecánicas del BMW Z4 han demostrado siempre una gran fiabilidad y bien mantenidas pueden superar con holgura los 250.000 kilómetros. Algo más delicado es el seis cilindros de la versión M. Los cambios manuales son asimismo muy robustos, pero lógicamente los embragues tienen una vida limitada. La caja automática de convertidor de par suele fallar a partir de los 150.000 km, sobre todo si no se tiene la precaución de cambiar el aceite cada 50.000 km, operación que no se especifica en el libro de mantenimiento. Las suspensiones del Z4 han pecado siempre de unos tarados de amortiguación demasiado suaves, intentando compensar, de alguna manera, la rigidez de los neumáticos Run Flat. Es más que probable que haya que cambiar los amortiguadores y en este caso lo más conveniente montar Bilstein o Koni. Algo parecido ocurre con los silent-blocks de los trenes rodantes. El coche mejora mucho el guiado si se montan de la marca Powerflex. La capota del BMW no suele dar problemas, pero antes de comprar conviene revisar a fondo tanto la lona como el mecanismo de apertura y cierre. También es muy importante comprobar la estanqueidad. Hay que tener en cuenta que las reparaciones pueden ser bastante caras y complejas.
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