Ayudar a las víctimas, castigo para los delincuentes viales

El nuevo fiscal especial para la Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ha explicado que, entre sus objetivos, está la implantación de un programa de redención de condenas para los condeandos por delitos en la carretera. El programa propondrá trabajos en centros sanitarios que atiendan a víctimas de accidentes.

Ayer, Bartolomé Vargas, nuevo fiscal de Seguridad Vial, visitaba el Hospital de Parapléjicos de Toledo, un centro especializado en la atención a personas que han quedado paralizadas tras un accidente de tráfico. Tras su visita, Vargas anunció que la Fiscalía pedirá que los jueces condenen a las infractores graves con trabajos de ayuda a las víctimas en este tipo de hospitales.

Según el fiscal, es necesario impulsar que “las penas previstas en el Código Penal para los delitos de conducción embriagada mediante trabajos en beneficio de la comunidad se puedan cumplir en centros referenciales", como el centro de Parapléjicos de Toledo.

También ha indicado el nuevo fiscal que su “propósito" es que los infractores “tengan contacto directo con el resultado final de sus imprudencias, negligencias o excesos en la carretera". Es decir, que vean de cerca los efectos de la temeridad al volante. Ayer, Bartolomé Vargas, nuevo fiscal de Seguridad Vial, visitaba el Hospital de Parapléjicos de Toledo, un centro especializado en la atención a personas que han quedado paralizadas tras un accidente de tráfico. Tras su visita, Vargas anunció que la Fiscalía pedirá que los jueces condenen a las infractores graves con trabajos de ayuda a las víctimas en este tipo de hospitales.

Según el fiscal, es necesario impulsar que “las penas previstas en el Código Penal para los delitos de conducción embriagada mediante trabajos en beneficio de la comunidad se puedan cumplir en centros referenciales", como el centro de Parapléjicos de Toledo.

También ha indicado el nuevo fiscal que su “propósito" es que los infractores “tengan contacto directo con el resultado final de sus imprudencias, negligencias o excesos en la carretera". Es decir, que vean de cerca los efectos de la temeridad al volante. Un juzgado de León ha sentenciado a dos años de cárcel a un conductor cuyas iniciales son A.G.R. por matar a una chica cuando conducía ebrio, sin seguro y sin carné. El accidente tuvo lugar el 3 de septiembre de 2005 y el conductor, que entonces contaba 18 años, ha estado esperando su sentencia hasta ahora. El juzgado ha decidido privarle también del derecho a conducir por un lapso de tres años y a indemnizar a los padres de la joven fallecida con 78.351 euros.
El juez ha considerado probado que A.G.R. tenía las facultades psicofísicas disminuidas por la ingesta de alcohol y que conducía a velocidad excesiva. En esas condiciones, perdió el control de su vehículo en una curva, con lo que derrapó y dio varias vueltas de campana. La fallecida, que iba como acompañante en el coche, salió despedida y falleción en el acto. El juez ha considerado al inculpado como “homicida".