El atasco más grande del mundo

Cientos de kilómetros y más de una semana circulando a una media de un kilómetro diario. El embotellamiento sufrido en la carretera que une Pekín con el norte del país ha sido el más grande de la historia. Pero no ha sido el único: es casi una constante en los nuevos países emergentes. Estas son las ciudades más atascadas del planeta.

El atasco más grande del mundo
El atasco más grande del mundo

Once días, 100 kilómetros y una velocidad media de un kilómetro diario. Una pesadilla que se ha hecho realidad en China, en la autopista Pekín-Tíbet, que enlaza la capital con el noreste del país. Las estadísticas lo señalan como el peor atasco de la historia: miles de conductores, profesionales del transporte en su mayoría, se han visto atrapados en esta cárcel de asfalto.Una densidad de vehículos difícilmente asumible por la carretera, sumada a las obras, que empezaron a mediados de agosto de 2010 y que no terminarán hasta septiembre de este año, y a varios accidentes han sido los ingredientes del desastre en Pekín. Gente atrapada durante más de diez días que intentaba pasar el trago de la mejor manera posible, siendo el dominó el opio de la dantesca situación. Mientras, los campesinos ‘sacaban tajada’ inflando los precios de los víveres, que los automovilistas se veían obligados a comprar si no querían morir de deshidratación e inanición.El despliegue de 400 agentes y los esfuerzos de la administración china han permitido que comience a remitir lentamente el monumental embotellamiento. Pero la caótica situación durará un mes: hasta que finalicen las obras de la carretera. Ésta es la vía más rápida para llegar al noreste del país. Junto a ella, existe una vía alternativa de muchos más kilómetros, pero el combustible necesario supone un gasto que la mayoría de pekineses se niega a asumir.Prefieren quedarse atrapados en un atasco cuyas dimensiones hubiera hecho enloquecer a más de un español.Pekín, junto a Mexico DF y Johannesburgo, es una de las ciudades del planeta que más sufre el problema de los atascos, una constante en las grandes metrópolis. Sin embargo, mientras que en los países industrializados el ‘boom’ automovilístico ha sido escalonado y asumible por los gobiernos en lo que a infraestructuras se refiere, en las naciones emergentes no es así. Se trata de países que en apenas diez años han querido estar a la altura de Europa y EEUU, algo imposible de atajar en tiempo y posibilidades para las administraciones.Hoy en día, China es el mayor mercado automovilístico del mundo. Sólo en 2009 se vendieron diez millones de coches, lo que supone un 53 por ciento más que en 2008 y, en los primeros seis meses de este año, se han matriculado1.900 unidades al día. Existe una especie de fiebre del oro automovilística: un coche es símbolo de estatus. La gente adinerada tiene como mínimo dos coches, normalmente un SUV y un deportivo. Así nos encontramos hábitos de vida que poco tienen que ver con la realidad de las urbes europeas: en Pekín sólo el 38 por ciento de sus habitantes utiliza el transporte público, únicamente el que no tiene más remedio ‘se rebaja’ a esta opción.Pekín cuenta con un parque automovilístico de 4,4 millones de coches, cifra que ascenderá, según las estimaciones, a siete millones en 2015. Así, nos encontramos por una ciudad asolada por los atascos y con índices de contaminación muy elevados. El Ayuntamiento está barajando medidas comoracionar el acceso de vehículos a la capital –lo que ya se hizo el agosto de 2008 con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos-, además de ampliar significativamente la línea de metro. Para incentivar el uso de transporte público, se ha rebajado el precio del billete un 33 por ciento, pero aun así, el coche sigue siendo el medio predilecto para un 62 por ciento de los habitantes de la capital. La actualidad señala hoy a Pekín, pero el mal de los atascos no es exclusivo de la urbe asiática: las ya mencionadas México DF y Johannesburgo, junto a Sao Paulo, Tokyo, Nueva Delhi, Milán o Londres son algunos ejemplos de ello.La capital de México es la ciudad más poblada del mundo: por lo que es una ecuación lógica que sus carreteras sean también unas de las más atestadas. A pesar de que se limita el uso de las vías de la ciudad, siguen sufriendo muchos problemas de circulación. Al igual que en Pekín, el viaje diario al trabajo es incierto, bien puede ser de 45 minutos como de dos o tres horas. En Mexico DF,el 22 por ciento de los conductores gastan más de una hora diaria por trayectodurante los días laborables.Sao Paulo es otra de las ciudades señaladas como peores en lo que tráfico se refiere. De hecho, en mayo de 2008, registró el que hasta la fecha ha sido el atasco con mayor longitud de la historia, con 266 kilómetros. Aunque es un problema generalizado en todo Brasil, lo cierto es que esta lacra es mucho mayor en Sao Paulo. La causa es la misma que en Pekín: el volumen de coches ha llegado a crecer cosa de 1.000 unidades por día y el volumen de ventas se incrementa un ocho por ciento al año.Al ránking del caos en la carretera se une Johannesburgo. La principal metrópoli surafricana es otra de las ciudades que no está preparada para sumir el volumen de coches de sus habitantes. A pesar de contar con una estructura similar a Los Ángeles (California, EEUU) y estando dirigida principalmente a vehículos particulares, lo cierto es que sus infraestructuras son deficientes para el tráfico de la ciudad.Juan Carlos Payo, nuestro director, estuvo en Johannesburgo con motivo del Mundial de Fútbol 2010, así que no hemos dudado en preguntarle sobre su experiencia allí: ‘Johannesburgo está en medio de la nada. Pese a ser una ciudad joven -nació a finales del siglo XIX alrededor de las por entonces incipientes minas de oro y diamantes- su ordenación urbanística brilla por su ausencia y sólo la llegada del mundial ha hecho que se realicen amplias autopistas en las zonas más visibles. Mi experiencia personal se redujo a un fin de semana con lo que las apreciaciones quizás no sean las de un día normal. Eso sí, hablando con gente del lugar te explicaban que para el blanco, su exclusivo medio de transporte era el coche, con el que viajaba desde el garaje de su barrio residencial hasta el garaje de su empresa. El transporte público va más con la mayoría de color’.¿Y los atascos? ¿Son un mito o son realidad? Como bien nos ha comentado, su visita se limitó a un fin de semana, por lo que nos encontramos con una visión un tanto sesgada. Nuestro director comenta que apenas tuvieron problemas, excepto en el regreso al aeropuerto, cuando la policía cortó el tráfico y estuvieron parados junto a cientos de coches durante 20 minutos.

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