Alfa Furiosa, ganador del Alfa Naming

Es la primera vez en la historia que el nombre de un coche lo eligen los internatuas. Alfa Romeo ya tiene denominación para su próximo modelo: Furiosa. ¿Apropiado? Te contamos cómo se hizo con la victoria, repasamos las denominaciones de la marca italiana y, además, te descubrimos patinazos imperdonables ocurridos a la hora de bautizar un coche.

Alfa Furiosa, ganador del Alfa Naming
Alfa Furiosa, ganador del Alfa Naming

Es la primera vez que Alfa Romeo deja a los internautas vía libre para ponerle nombre a un coche. Es una opción muy arriesgada. De hecho, nos preguntamos si Furiosa será la definitiva denominación comercial que use en nuestro país. Hasta ahora, Alfa Romeo había sido muy clásica a la hora de bautizar sus coches. Su primer vehículo, en 1910, se dio a conocer por su potencia fiscal: era el 24 HP. A la marca italiana le gusta mucho denominar a sus creaciones por distintas características técnicas (ahí está el 6C 1750; es decir, seis cilindros y 1.750 cc, del año 1929) o por la denominación interna que recibía el proyecto entre sus ingenieros (es el caso del 750 Competizione, del año 1955). Victorias deportivas, aniversarios, recuerdos de su historia... Cualquier cosa vale para inspirarse. Si quieres saber más, no te pierdas esta información: Así pone los nombres Alfa Romeo. Sin embargo, no vale cualquier nombre para denominar un vehículo. Volkswagen, por ejemplo, cuenta con “agencias de creatividad", todo un departamento que se esgrimen el cerebro para elegir una denominación. Aunque parezca mentira, no seleccionan palabras, sino músicas o campos semánticos con un sonido agradable. A partir de ahí, comienzan a componer los nombres, inspirándose en el deporte (Golf, Polo...), los vientos (Passat, Siroco...) o la mitología griega (Eos, Phaeton...). Y ahí no termina el proceso: se eligen diez términos por modelo y los filólogos buscan asociaciones con otros nombres, posibles connotaciones o cómo se traduciría en otros idiomas. ¿Complicado? Hay un paso más: cuando tienen un candidato, cruzan los dedos y comprueban que su nombre no esté ya registrado. Denominar un coche con números también resulta complicado. Hay muchas más posibilidades de que ya estén “pillados" por otros fabricantes. Por ejemplo, Porsche eligió 901 para llamar al 911, pero tuvieron que cambiarlo porque ya lo tenía registrado Peugeot. Además, los estudios de mercadotecnia demuestran que los clientes recuerdan más las palabras. Así, Renault abandonó sus míticos R18 o R5 por nombres como Mégane o Clio. También existe el peligro de acabar muy pronto con una serie de números. Las marcas japonesas suelen guiarse por la musicalidad de las palabras. Buscan nombres muy sonoros, pero corren el riesgo de que sus traducciones a otros idiomas les jueguen malas pasadas: ahí están los tan nombrados Mitsubishi Pajero, Mazda Laputa o Nissan Moco (más adelante repasamos algunos de los casos más divertidos). Hay un dato muy curioso: muchas firmas, sea cual sea su nacionalidad, eligen palabras españolas para sus coches. Encontrarás ejemplos entre marcas coreanas (Daewoo Matiz o Kia Rio), alemanas (Opel Frontera o Porsche Carrera), americanas (Cadillac Cimarrón, Ford Fiesta...) y, cómo no, el nuevo Alfa Furiosa, que, como ya te hemos contado, ha sido elegido por un internauta ¡francés!Y es que, aunque no lo creas, gracias a los coches, sabes más palabras en otros idiomas de las que crees. Lo descubrirás si sigues leyendo este reportaje. Nombres pocos agraciados
El ganador del Alfa Naming