Acuerdo histórico en GM

El sindicato United Auto Workers (UAW) anunció ayer que los trabajadores de General Motors han ratificado el acuerdo alcanzado a finales de septiembre con la empresa sobre el nuevo convenio colectivo, que incluye recortes salariales.

Figueruelas protesta contra las externalizaciones
Figueruelas protesta contra las externalizaciones

El acuerdo, que afecta a 73.000 empleados de GM y fue calificado como histórico por el sindicato y la empresa, incluye la creación de un fondo de inversión que financiará las prestaciones sanitarias que General Motors proporcionaba hasta ahora a sus empleados y pensionistas.

El 70 por ciento del fondo, unos 35.000 millones de dólares, será aportado por GM, en tanto que la gestión recaerá en UAW.

El acuerdo también proporciona bonificaciones medias por valor de 13.056 dólares a los trabajadores de plantas de montaje así como aumentos en pensiones básicas y un pago fijo de unos 700 dólares más otra cantidad proporcional al número de años trabajados, en diciembre, para los jubilados.

UAW dijo que de los empleados que emitieron su voto, un 66 por ciento de los que ocupan puestos de producción se mostraron a favor del acuerdo. El voto a favor entre trabajadores especializados fue del 64 por ciento.

El presidente de UAW, Ron Gettelfinger, afirmó a través de un comunicado que durante las negociaciones "protegimos trabajos, salarios y prestaciones tanto para los trabajadores en activo de GM como para los jubilados y ayudamos a proteger los puestos industriales de la clase media en comunidades de EE.UU.".Por su parte, los trabajadores del Grupo Chrysler estaban preparados para declararse en huelga si en tres horas la empresa no llegaba a un acuerdo con el sindicato United Auto Workers (UAW) para la firma del nuevo convenio colectivo.

UAW señaló las 15.00 GMT (11.00 hora de Detroit) como la hora a la que sus casi 50.000 afiliados en el Grupo Chrysler dejarían sus puestos de trabajo en todo el país.

Los negociadores de ambas partes seguían reunidos a primeras horas del miércoles en un intento de llegar a un acuerdo de última hora que permitiera mantener el trabajo en las 24 plantas de producción del Grupo Chrysler en Estados Unidos.

A finales de septiembre UAW también declaró una huelga que paró durante casi dos días los centros de trabajo de General Motors en Estados Unidos en el tramo final de las negociaciones con la empresa para la firma de su convenio colectivo.

El sindicato señaló que había decidido declarar el paro, el primero que sufría GM en todas sus factorías en EE.UU. desde los años 1970, para desatascar las negociaciones tras varias semanas de reuniones. Tras dos días de huelga, GM y UAW llegaron a un acuerdo considerado histórico para el sector del automóvil.

Tanto Chrysler como UAW mantienen un enconado silencio sobre los puntos que están bloqueando un acuerdo.

Chrysler, que se encuentra en manos de la firma de inversiones Cerberus desde mediados de año, quiere que el sindicato apruebe fuertes reducciones salariales —similares a las alcanzadas con GM— y nuevas eliminaciones de puestos de trabajo.

Chrysler es el fabricante estadounidense que más paga a sus empleados, casi 76 dólares a la hora cuando se contabilizan las prestaciones sanitarias. Esta cifra son unos 28 dólares más a la hora de lo que paga Toyota a sus empleados.