Las cifras reflejan esta realidad. El año pasado, tal y como puso de manifiesto recientemente la directora general de Tráfico, María Seguí, perdieron la vida en las carreteras de toda España, según el cómputo a 30 días, un total de 2.060 personas. Una cifra inferior a la de los años "negros" de la siniestralidad. Pero no es la única. Los 83.027 accidentes con alguna víctima registrados el año pasado causaron 104.280 heridos leves y 11.347 graves.
De estos últimos, según datos de
¿Cuánto le cuesta a la sociedad la siniestralidad en las carreteras?
Mar Cogollos, directora de Aesleme, manifiesta su deseo de que el compromiso y consenso político que siempre ha existido en materia de seguridad vial -"algo difícil en otros temas", dice- se mantengan, al igual que la voluntad del Gobierno de considerar esta cuestión una prioridad política.
Cogollos reconoce los efectos de la crisis económica en las obras de infraestructuras, pero reclama que continúen las inversiones en el mantenimiento de carreteras y en la eliminación de los tramos de concentración de accidentes. Otra de las reivindicaciones de Aesleme es la mejora de la red secundaria, ya que en ella se produce entre el 60 y el 70 por ciento de los siniestros.
Más agilidad en la justicia, reformas en la ley de enjuiciamiento criminal, mayor presencia de la educación vial en los planes de estudios y que las pruebas de alcoholemia se puedan realizar a un herido grave involucrado en un accidente son otras de las demandas de estas dos asociaciones.
Tanto Aesleme como Stop Accidentes reiteran su rechazo al proyecto de ley de nuevas tasas judiciales, ya que va a suponer, a su juicio, un desembolso mínimo de 300 euros solo por iniciar la tramitación de una simple reclamación.
Desde Stop Accidentes, su presidenta, Ana Novella, recuerda que, aunque el número de víctimas mortales disminuye cada año, siguen sumándose a la cifra "bestial" de fallecidos en las carreteras españolas. Por ello, insiste en la necesidad de llevar a cabo medidas preventivas, especialmente en los colectivos más vulnerables como los niños, los ancianos y los ciclistas.
Hay que crear una cultura de seguridad vial, reivindica Novella, que hace un llamamiento a la sociedad para que se solidaricen con las víctimas porque "todos estamos metidos en el mismo saco" y "convivimos a diario con el tráfico", bien como peatones o conductores. "Todos somos posibles víctimas, apoyemos a los que ya lo son y contribuyamos a mejorar las condiciones" para lograr el objetivo de "cero víctimas", sostienen las asociaciones.