Los nuevos vehículos deberán reducir más las emisiones

Según los criterios adoptados en el Protocolo de Kioto, los fabricantes de automóviles deberán mejorar la eficacia de consumo de combustible en sus nuevos modelos si quieren cumplir su compromiso de llegar, en 2008, a una emisión media de 140 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.

Los nuevos vehículos deberán reducir más las emisiones
Los nuevos vehículos deberán reducir más las emisiones

El sector del automóvil deberá aumentar, durante los próximos 3 años, un 4,3% de la tasa de eficacia en el consumo de combustible para cumplir los criterios de reducción de emisiones recogidas en el Protocolo de Kioto.

Dicho compromiso fue adquirido en 1998 por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles frente a la Comisión Europea. Sin embargo, los avances en 2005 para mejorar la eficacia del consumo de combustibles sólo consiguieron una tercera parte de la tasa de reducción necesaria. Hasta la fecha, los mejores resultados, un 2,9%, se lograron en el año 2000.

Es por esto que la Federación Europea para el Transporte y el Medioambiente (T&E) ha recordado que “la eficacia del combustible es un factor clave para afrontar el cambio climático", ya que, cuanto más combustible necesita un automóvil, sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera son mayores.

Según las cifras de ventas de coches nuevos durante 2005, los fabricantes vendieron automóviles con una media de 160 gramos de CO2 por kilómetro. Según el director de T&E, Jos Dinos, “la Comisión Europea ha dado un paso atrás, ya que han centrado toda su tecnología en construir vehículos más pesados y potentes, en lugar de ser más eficientes, desde el punto de vista del consumo".

Por ello, Dings apuntó que “se necesita de forma urgente cambiar la legislación si se quiere conseguir un verdadero progreso en la reducción de emisiones de CO2".

Además, la Federación cree que las mejoras en la eficacia de combustible “no son caras" ya que, según un informe de la CE, el coste de los nuevos vehículos, cifrado en 120 gramos de CO2 por kilómetro, tendría un precio medio de 577 euros por coche.