El estudio recoge la opinión de más de 1.700 usuarios de todas las Comunidades Autónomas (segmentadas estadísticamente de forma proporcional según población), con el fin de conocer el grado de información que tienen los conductores sobre los sistemas de retención infantil.
La ‘cara’ del análisis es que el 95 por ciento utiliza una silla de seguridad en sus desplazamientos, mientras que la ‘cruz’ es que uno de cada cuatro usuarios desconoce si es la correcta.
Esta situación genera que el 15 por ciento de los conductores lleve un sistema de retención infantil (SRI) que no se ajusta a las necesidades de seguridad de los niños que transporta.
Al respecto, se advierte de que, si el responsable de la seguridad de los niños no tiene la necesaria formación, aumenta el riesgo de un mal uso de los sistemas, por ejemplo, retrasando o adelanto el cambio de grupo, lo que resta protección al menor en caso de accidente.
En el estudio se subraya que el 60 por ciento de los conductores considera que es ‘poco complicado’ ajustar las sillas que tienen en sus vehículos.
Sin embargo, a medida que aumenta el grupo de edad, sobre todo a partir de los 55 años, van apareciendo más problemas en su montaje, en parte por la falta de práctica en la instalación de estos sistemas. Sobre este punto se resalta que, si se tiene en cuenta que son muchos los abuelos que llevan a sus nietos en el vehículo, es importante crear sistemas de formación para este colectivo.
En este punto, en el estudio se precisa que la localización más segura para instalar un SRI es, siempre que sea posible, el asiento central trasero, una plaza que -según el Observatorio DUCIT creado por el RACE- es utilizada sólo por el 7 por ciento de los conductores.
Por el contrario, el 1,8 por ciento de los niños viaja en la plaza delantera, ya sea en sentido de la marcha o contrario, lo que supone un aumento del nivel de peligrosidad en caso de siniestro frontal; mientras que el resto de menores ocupan las plazas traseras.
Respecto a los criterios que se siguen para comprar un SRI, más de la mitad se decanta por seguridad, seguido por el precio y el diseño.
Según el informe, el 33 por ciento utiliza un SRI que no ha elegido y que, en muchos casos, es un regalo con motivo del nacimiento del pequeño, razón por la que se recomienda acudir a un centro especializado.
En 2013, 5.958 menores de 14 años sufrieron lesiones como consecuencia de un accidente de tráfico en España, 43 de ellos fallecieron.
Otro dato que se destaca en el estudio es que, entre 2004 y 2013, han perdido la vida en España 851 niños entre 0 y 14 años por accidente de tráfico, con 5.811 heridos graves, muchos de ellos con secuelas.
