Aprobado el Plan “Marco Polo”

El nuevo programa buscará subvencionar acciones comerciales sobre el mercado de servicios de flete, aunque no sólo en el mercado combinado.

El Gobierno español, contra los peajes franceses
El Gobierno español, contra los peajes franceses

El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado esta semana el programa comunitario “Marco Polo", cuyo objetivo será descongestionar la red de carreteras desviando el transporte de mercancías hacia otros medios como el ferrocarril o la navegación marítima y fluvial.
Se centrará en el desarrollo de los distintos medios de transporte, pero apostará en especial por el ferrocarril o la navegación, en detrimento de las carreteras. Su objetivo, que el 50 por ciento de las mercanías que actualmente llevan los camioneros comunitarios se distribuya por otras vías.
El nuevo programa podrá financiar también acciones que involucren a países candidatos a la adhesión de la UE y dará preferencia a las propuestas de alcance internacional sobre las nacionales. La Eurocámara también ha aprobado el plan para los países pertenecientes al denomiando Espacio Económico Europeo (Noruega, Islandia y Liechtenstein) y a Suiza, e incluso podría favorecer a terceros países fronterizos.

Contará con un presupuesto de 75 millones de euros durante el período 2002-2003, aunque la Comisión había solicitado en principio 115 millones. El presidente de la patronal de autopistas ASETA, José Luís Feito, considera que “los ferrocarriles no van a solucionar los problemas de transporte en Europa, ya que, por razones orográficas, el tren seguirá siendo completamente marginal".
Feito considera que los problemas de congesión sólo pueden ser solucionados de dos maneras posibles: con medidas coercitivas que prohíban determinados tráficos en determinados días y penalicen fiscalmente el uso del automóvil, o construyendo nuevas infraestructuras y ampliando la capacidad de las ya existentes. Según dijo, la limitización de los recursos presupuestarios de la UE y de los países miembros es un problema que impide crear nuevas carreteras. La solución, incrementar los impuestos o aumentar los peajes, para que paguen las carreteras quien realmente las usa. Según Aseta, el ferrocarril sólo transporta en Europa un 8% del total de las mercancías, mientras que en EEUU lo hace en un 40%, ya que la orografía le es favorable.