5 versiones de coches que nunca deberían haber existido

Hasta los coches más icónicos y míticos de la historia del automóvil pueden haber tenido una pequeña mancha en su historial. Estas versiones no deberían haber visto la luz.

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5 versiones de coches que nunca deberían haber existido
5 versiones de coches que nunca deberían haber existido

El portal digital Car Throttle ha elaborado un listado que no va dejar indiferente a nadie. Tomando como base coches icónicos que han hecho historia en las últimas décadas, se ha identificado a la conocida como “oveja negra” de la familia. Porque hasta el coche más mítico que pueda existir ha tenido una versión que, a tenor del ADN arraigado a ese modelo, ha roto los esquemas de conductores o fans. Nosotros nos hacemos eco de los cinco más representativos. ¿Y tú qué opinas?

Mazda RX-7

Mazda RX-7… automático

El RX-7 fue un deportivo que Mazda vendió durante casi un cuarto de siglo desde 1978, año de su lanzamiento. De carácter más bien asequible, este coupé deportivo de dos puertas –disponible también con carrocería descapotable–, motor delantero central rotativo y propulsión trasera, disfrutó de tres generaciones, de las que se vendieron 811.634 unidades. El deportivo japonés estuvo asociado principalmente a sendas cajas de cambios manuales de cinco o cuatro velocidades… y a una automática de cuatro marchas. Es aquí donde encontramos la debilidad de la gama del coche: nada que ver con las versiones manuales, donde se podía exprimir mucho más sus cualidades deportivas.

Toyota Supra, su versión de acceso

Rival directo del anterior coche. Como el RX-7, Toyota lanzó a finales de los años 70 un deportivo ligero, de líneas que todavía nos hacen torcer el cuello cuando lo vemos por la calle. El Toyota Supra es uno de los deportivos japoneses que jamás olvidaremos, sobre todo en sus versiones más arraigadas a su ADN: por ejemplo, la versión biturbo de su última generación que llegaba hasta los 326 CV de potencia. En el otro lado de la moneda estaba su versión atmosférica del año 1996, con 220 CV incapaces de mover el Supra con la misma soltura. El ranking de “Car Throttle” también hace mención a la transmisión automática de cuatro velocidades, en un caso similar al mencionado con el RX-7.

Porsche 911 996 Cabriolet

Porsche 911 996 Cabriolet

Con la cuarta entrega del mítico Porsche 911, la conocida como la generación 996, se dio un paso adelante en materia de construcción y mecánicas en el deportivo alemán (por ejemplo, con la llegada de los bloques refrigerados por agua). Un coche que hizo historia y que sigue haciendo la delicia de muchos conductores, con un excelente precio y oferta en el mercado de segunda mano del que poder presumir. Su versión descapotable Cabriolet tiene, sin embargo, algunas tachaduras en su historial: un mayor peso y un cambio automático de convertidor de par, lejos de los cambios de doble embrague en la época, que dan lugar a una combinación que no parece gustar demasiado.

Ford Mustang II

Ford Mustang, su segunda generación

La segunda entrega del Ford Mustang, uno de los “muscle-cars” más míticos de la historia del automóvil, no tuvo nada que ver apenas con la primera. Con la primera crisis del petróleo a mediados los años 70 y con unas necesidades en el mercado totalmente distintas, se instó a crear un Mustang más pequeño y más eficiente respecto a la primera generación. Asentado sobre el compacto de la época, el Ford Pinto, las ventas alcanzadas no se acercaron a las de esta última y el Mustang II tan sólo duró cuatro años, de 1974 a 1978, cuando salió al mercado la tercera generación. ¡Ni siquiera tuvo hueco para una mecánica V8!

BMW E46 M3 Cabriolet

BMW E46 M3 Cabriolet… automático

Esta denominación permanece en los corazones de los aficionados a BMW y a los coches en general. El BMW E46 M3 vio la luz en otoño del año 2000, con un motor de gasolina atmosférico de 3,2 litros que llegaba hasta los 343 CV de potencia. Su versión “normal” con cambio manual hizo las delicias de sus conductores; aunque no todos coincidían en decir lo mismo con el cambio automático escondido bajo las siglas SMG, y más aún en su versión descapotable que aumentaba el peso total del deportivo alemán. Al menos esto es lo que dicen desde “Car Throttle”, seguro que algún purista del M3 saca otro razonamiento para defender esta transmisión automática que permitía cambiar de marchas con las levas del volante.

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