Porsche 911 GT3 RSR

Con 465 CV declarados y un máximo de 9.400 rpm, el Porsche 911 GT3 RSR, pilotado por De Castro y Chacón, tiene la difícil papeleta de hacer frente a los Ferrari en el GT Open.

Porsche 911 GT3 RSR
Porsche 911 GT3 RSR

Se nota una gran diferencia entre este nuevo GT3 RSR y el anterior RS. Hay mucha tecnología aplicada, muchas novedades, algunas evidentes desde el exterior y otras ocultas. Hasta el momento poco puedo contar porque aún estamos trabajando en la puesta a punto y, la verdad, estamos algo despistados porque este coche requiere muchísimo trabajo con el control tracción y el autoblocante, y es quizás lo más difícil de poner a punto para el piloto. Pronto tendré respuestas a muchas incógnitas por medio de los ingenieros de Porsche y comenzaré a notar los cambios.

Por el momento en el Jarama, que como bien sabeis, es para mi como el pasillo de casa, mi mejor vuelta fue esta que os ofrezco y en la que conseguí un 1'34,867... vale, los neumáticos no estaban en su mejor momento, la pista estaba algo sucia, y tampoco tenía el coche por la mano, pero si tenemos en cuenta que la temporada pasada la pole fue del Ferrari de Pier Guidi en 1'33,573, y sabiendo lo mucho que puedo mejorar ese tiempo, estoy convencido de que en el Jarama se puede hacer un buen papel. Con los neumáticos en perfecto estado este RSR no tiene nada que ver con todos los Porsche anteriores que he pilotado. Es un coche con mucho apoyo, con tanto aplomo que rozando los 260 km/h a final de recta casi ni percibes la velocidad. El secreto de la puesta a punto está en que no deslice nada de atrás para que los neumáticos no sufran y aguanten toda la carrera. El problema es que con tanta potencia las ruedas traseras sufren en exceso y una vez que las tienes muy calientes, o dañadas, o sencillamente gastadas, entonces comienzas a tener que pilotar un genuino 911, es decir, un coche con mucha flotación en el tren anterior y con un tren trasero muy nervioso siempre dispuesto a deslizar y poner el aprietos al piloto, y así es divertido, pero no efectivo.