24 Horas de Le Mans 2008

Peugeot y Audi se enfrenta a cara de perro por la victoria en las 24 Horas de Le Mans. En la última década los alemanes se han hecho dueños de la carrera… ¿les llega el turno a los franceses?

24 Horas de Le Mans 2008
24 Horas de Le Mans 2008

La batalla está servida. Desde que Audi mostró con osadía su R10 TDi en los Campos Elisios de París en Peugeot tomaron la firme decisión de vencer en la pista a los alemanes. Así es Le Mans. No es solo una carrera más, es la gran carrera, un duelo de nacionalidades de extrema rivalidad que dura veinticuatro horas en pista. Los más rápidos en los entrenamientos fueron los Peugeot. Más que rápidos fueron arrolladores, porque las tres unidades coparon las tres primeras plazas de podio por delante de los tres primeros Audi.

De los tres Peugeot, el más lento fue el de Marc Gené… hablamos de décimas de segundo. Mientras que la diferencia con los Audi se contaba por segundos.

Desde el comienzo de la carrera, a las tres de la tarde la lucha entre ambos está siendo encarnizada. Hay salidas de pista, problemas mecánicos, trompos y algún que otro accidente, pero pocos son los que se apartan de las vallas. En el momento de escribir estas líneas, desde la sala de prensa del circuito de Le Mans son los Peugeot los que mandan en la clasificación. Marc Gené y Villeneuve a dominado la última hora, y es el galo Franc Montagny, también en Peugeot el líder provisional. Ahora la tarde comienza a caer. Las sombras inundan el circuito y solo quedan… diecisiete horas por delante. De seguir así, Peugeot copara el podio.

De los Epsilon Euskadi el coche cien por cien español sigue en pista, en el puesto decimoquinto. Todo va según lo previsto y Angel Burgueño-De Castro-Vallés se alternan al volante con el único objetivo de llegar a la meta. El segundo coche, el de Johansson-Gounon-Nakano tiene graves problemas con el motor y ya ha perdido muchas vueltas dentro de los boxes. Por su parte, Antonio García, dentro del Aston Martin oficial marcha en segunda posición en su categoría, LMGT1, peleando con el Corvette oficial de Jan Magnussen.

Para conocer en profundidad lo que son las 24 Horas de Le Mans es necesario tomarse toda la semana de carreras. Como mínimo un largo fin de semana, de jueves a domingo. Es la gran fiesta de la pequeña y famosa ciudad francesa. Como lo son los Sanfermines, la feria de Sevilla o las de San Isidro. Durante esa semana la ciudad respira automovilismo y fiesta.

La gran carrera toma las calles, los pilotos son asediados por los caza autógrafos, los bares, puestos de comida y tiendas de miniaturas, fotos y pósters de carreras se multiplican. Llegan aficionados de todas partes del mundo, aunque son mayoría los franceses, muy motivados con la participación de Peugeot, de Pescarolo y de un buen número de piloto expertos en la carrera. Pero la masa inglesa se hace notar igualmente, y en menor medida alemanes, daneses, etc. Este año había más españoles que en otras ediciones. Quizás el efecto Alonso… no, en realidad la atracción es la magia de la carrera y también la participación por primera vez de un equipo completamente español.

La carrera se hace corta. Ver la salida y algunas de las míticas curvas no es suficiente. Hay que pasear por las calles de viaja ciudad, hay que subir a la noria por la noche y contemplar como los coches, como rayos de luz se devoran kilómetros. Cae la noche pero la fiesta no decae. Ni la carrera. Algunos, los que pueden, duermen, otros se mantienen a pie de pista viendo los discos de frenos al rojo vivo.