Fuster (Porsche) ganó con autoridad

Miguel Fuster (Porsche 911 GT3) fue el brillante vencedor del Rallye de Villajoyosa, ejerciendo un gran dominio de la prueba, que le llevó a lo más alto del podio, después de marcar el mejor tiempo en seis de los ocho tramos que presentaba el itinerario. Alberto Hevia (Skoda Fabia S2000) terminó segundo, completando el podio Sergio Vallejo (Ford Fiesta S2000).

Fuster (Porsche) ganó con autoridad
Fuster (Porsche) ganó con autoridad

Miguel Fuster (Porsche 911 GT3) logró su cuarta victoria consecutiva en el Rallye La Vila Joiosa Trofeo Costa Blanca, la prueba con la que comenzaba el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto. El triunfo del piloto de Benidorm fue incontestable, ya que se anotó el mejor tiempo en seis de los ocho tramos disputados. Tras el brillante vencedor se clasificaba Alberto Hevia (Skoda Fabia S2000) , a 32 segundos, siendo la tercera plaza para Sergio Vallejo (Ford Fiesta S2000) , a 1:29.1. La prueba, organizada por la Asociación Interclubs de Automovilismo de la Provincia de Alicante (AIA) contó con la participación de 67 vehículos, una climatología favorable y la masiva presencia de aficionados en los tramos.Miguel Fuster empezó el rallye marcando el terreno al resto de aspirantes a la victoria. Suyo fue el mejor tiempo en el tramo Orxeta-Relleu (21,9 kilómetros) . Repitió en el segundo entre Sella y Relleu (13,7 kilometros) , hizo lo propio en el tercero. Y en el cuarto. Miguel Fuster dominó con el Porsche 911 GT3 la primera parte de la carrera, hasta acumular 24 segundos sobre Alberto Hevia, que mantuvo una buena regularidad, pero que no logró en ningún momento echarle el guante al de Benidorm, que empezó muy fuerte (en el primer tramo les había endosado, respectivamente, 12,5 segundos a Hevia y 17,5 a Vallejo). La renta obtenida en las siguientes especiales fue menor, pero le permitió afianzarse en la primera posición. El campeón de España 2009, Sergio Vallejo, se mantenía cerca de los dos, adaptándose a las características de su nueva montura, el Ford Fiesta S2000. Pero al final de la segunda sección ocupaba la tercera posición, perdiendo 38,2 segundos respecto al líder.Tras el paso por las asistencias en el ecuador de la prueba, la competición se reanudaba con el tramo Confrides-Gorga, una especial de 21,9 kilómetros en la que se mantuvo la misma tónica, con un Fuster muy seguro e inalcanzable para Hevia y Vallejo, que eran segundo y tercero, a 8,3 y 11,7 segundos, respectivamente. La carrera, a estas alturas, ya se había cobrado un puñado de “víctimas", entre los que figuraba Víctor Senra, cuyo Mitsubishi Lancer Evo X sólo aguantó cuatro tramos competitivos en el día de su estreno. Ello hizo que su cuarto puesto provisional pasara a manos de otro gallego, Pedro Burgo, con una montura igual, pero más fiable. En el tercer tramo el que se vio obligado a abandonar fue el ex futbolista Santiago Cañizares, que sufría una salida de carretera dañando el Fiat 131 Abarth. El vídeo de abajo recoge el momento... El monólogo Miguel Fuster se repitió en el sexto tramo, el Benilloba-Relleu, 30,6 kilómetros de revirado y complicado trazado que todos consideraban fundamental para el desenlace del rallye. Hevia anduvo cerca de Fuster, pero el Porsche volvió a mostrarle a todos su alerón trasero, al ser tres segundos más rápido que el Skoda Fabia y 12,9 más que el Fiesta S2000. A falta de dos tramos para la conclusión de la primera cita del Nacional de rallyes, el triunfo del piloto de la tierra parecía indiscutible.Así lo debió entender el propio Miguel Fuster que en el penúltimo tramo del rallye, el Confrides-Gorga, pareció afrontar los 21,9 kilómetros con la calculadora en la mano. Al final cedió dos segundos sobre Alberto Hevia, que veía premiado su empeño por no dar tregua al líder, logrando su primer scratch. Pero ya era demasiado tarde para intentar el asalto a lo más alto del podio. Hevia volvía a ser el mejor en el tramo con el que acaba el rallye. Le recortaba 1,3 segundos a Fuster y 1,5 a Vallejo, quedando resuelta la carrera, por cuarto año consecutivo, a favor del piloto que corría en casa y que parece haberle tomado la medida a la prueba.