Sí es cierto que sigue habiendo muchas personas que se oponen a adquirir un coche por renting, pero no es menos cierto que este método de financiación sigue ganando adeptos en los últimos tiempos. Y, como todo, todo depende del prisma con el que se mire y las necesidades de cada uno.
En iAhorro.com han realizado una simulación del gasto que podría suponer el mismo coche adquirido por renting o comprado. La principal diferencia que debes conocer es que con un renting el coche siempre es propiedad de la marca o del banco que financia el alquiler a largo plazo.
Sin embargo, hay otras variables que debes tener en cuenta. Con un renting, el pago mensual del coche siempre será el mismo, o casi siempre, en función de las coberturas incluidas. Esto se debe a que en la cuota también está incluido el seguro del coche, las averías que pudieran producirse y, en función de la cantidad a pagar, otros servicios como cambios de ruedas o asistencia en carretera.
Las cuentas de iAhorro.com
Para entender las diferencias en el pago de un vehículo, iAhorro.com ha presentado los números que te harán decantarte entre el renting o la compra, en función de tus preferencias y necesidades, en un artículo recogido por La Razón.
En dicha simulación, se escogía el Seat León, el coche más vendido en nuestro país, que con un precio medio de 18.000 euros se eleva hasta los 23.635,40 euros tras el pago del IVA. Si sumamos combustible, en este caso Diesel, zona verde y seguro, el precio de salida se eleva alcanza los 24.660 euros. Cálculos obtenidos de realizar 10.000 kilómetros en un año, un seguro de 400 euros anuales y 24,6 euros de zona verde.
Como la media de uso de un coche en nuestro país es de 12 años, se ha tomado este dato como referencia para saber cuánto nos costaría mantenerlo durante este tiempo. A 10.000 kilómetros anuales, a los gastos anteriores hay que sumar cambio de aceite, uno cada 20.000 kilómetros, una correa de distribución, tres cambios de luces, seis pagos de la ITV, seis pagos del impuesto de circulación y otros 12 años de zona verde.
En total, se han pagado 42.440 euros durante ese tiempo, sin financiar el pago del coche. Si se aplazan los pagos (en este caso durante ocho años), a un interés TIN del 5,50 por ciento y 60,06 por ciento TAE con comisión de apertura de 270, se habrán pagado 44.220 euros de automóvil. Hablamos de una letra de unos 235 euros mensuales a las que hay que sumar los gastos de combustible y mantenimiento.
Las ventajas de comprar un vehículo
Llegados a este punto, hay varias claves que debemos analizar antes de lanzarnos a comprar un coche u optar por el renting. La primera de ellas es cuánto podemos pagar al mes por nuestro vehículo, ya que es posible que la cuota de renting sea tan elevada que, directamente, no podamos permitirnos acceder a ella.
Otro factor a tener en cuenta es que cuando terminemos el periodo de pagos aplazados, el automóvil acabará siendo nuestro. Si lo hemos cuidado y mantenido correctamente puede que tengamos coche para muchos años, pasando por delante de nosotros meses y meses donde el único gasto será el combustible y el mantenimiento puntual.
Y relacionado con el hecho anterior, tener un coche en propiedad siempre es un valor a tener en cuenta cuando queramos cambiar de vehículo. Puede que todavía consigamos venderlo por un cierto dinero o lo podremos utilizar en algún plan renove de automóviles apoyado por el gobierno o los concesionarios, ahorrándonos un dinero en la nueva compra.
Las ventajas de adquirir un vehículo por renting
Aunque adquirir un vehículo por renting supone comprometerse a un pago mensual continuado de la cuota establecida y no ser propietario del vehículo en ningún momento, también hay variables que pueden hacernos decantarnos por esta modalidad de pago.
Renovar un coche cada pocos años puede ser una opción atractiva para quien necesite flexibilidad a la hora de hacerse con un coche. Este puede ser el caso de un joven que espera formar una familia en el futuro, no se compromete a comprar un coche más grande y disfruta hasta entonces de un vehículo más pequeño. Lo mismo sucede con familias en las que los hijos dejan de viajar con los padres y ya no necesitan automóviles de gran tamaño.
Otra posibilidad es que hagamos pocos kilómetros al año. Bien es cierto que si hacemos pocos kilómetros, los gastos de mantenimiento serán menores en la compra, pero también aumenta el gasto por kilómetro en lo que a letra de la financiación y del seguro se refiere. Además, cuantos más kilómetros anuales añadas a tu cuota de renting, más cara será.
Y, para quien no quiere sorpresas adicionales y tiene el dinero medido mes a mes, el renting también puede ser una gran opción, sin gastos inesperados porque en el pago mensual ya se contempla el mantenimiento o las averías.
Bien si compras o bien si adquieres un automóvil mediante renting, no existe una opción mejor que otra y ésta sólo depende de las necesidades y limitaciones presupuestarias, laborales y familiares que tiene cada conductor.