Gran fusión en el mundo de las autopistas

La española Abertis y la italiana Autoestrade han anunciado una “fusión entre iguales" que creará el mayor grupo de autopistas del mundo.

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Tras varios meses de conversaciones, Abertis y Autoestrade han dado “luz verde" a un proyecto de fusión amistosa, mediante el canje de una acción de la española por una de la italiana, que dará lugar al mayor grupo de autopistas de mundo, con un valor en Bolsa de 25.000 millones de euros.

El capital español tendrá más peso que el italiano en la nueva empresa, que se llamará simplemente Abertis y que tendrá su sede en Barcelona. Esta decisión se ha tomado, principalmente, por razones fiscales, ya que en España es más favorable la legislación sobre la amortización del fondo de comercio.

La nueva Abertis, que estará presente en 16 países y donde trabajarán 20.000 personas, gestionará la red de autopistas de peaje más larga del mundo, con 6.713 kilómetros.

El reparto de funciones quedará de la siguiente manera: la gestión estará en manos de Salvador Alemany, que repartirá los 23 asientos del nuevo consejo de Administración, mientras que la presidencia será compartida entre Gian Maria Gros Pietro (presidente de Autoestrade) e Isidro Fainé (presidente de la compañía española y director general de La Caixa). Ambos presidentes subrayaron que “el grupo será uno de los motores de desarrollo de las economías española e italiana". El nuevo gigante contará, además, con dos vicepresidentes. El primero, Florentino Pérez, presidente de la constructora accionista “ACS". Para el otro, puesto se perfila el primer ejecutivo de Autoestrade, Vito Gamberale.

El grupo italiano Benetton, accionista mayoritario de Autoestrade mediante la sociedad Schemaventotto, será el principal accionista del consorcio, con una cuota del 25%, aunque las entidades españolas de La Caixa y ACS, principales propietarias de Abertis, tendrían una mayoría relativa al sumar un 14 y un 13 por ciento, respectivamente.

Una de las primeras reacciones tras conocer la nueva fusión ha sido la del próximo presidente de Italia, Romano Prodi, que no está muy contento con el acuerdo, ya que teme que la unión de las empresas termine siendo una venta de la firma italiana a la española.

Ambas compañías se reúnen esta tarde, de forma extraordinaria, para ultimar los detalles de la operación, aunque las firmas prevén someter a sus respectivos consejos de administración a la aprobación de sus correspondientes juntas generales de accionistas, antes del próximo 30 de junio. La operación, no obstante, está pendiente de recibir la autorización de los reguladores de la competencia.