Los guardianes de la Fórmula 1

El cometido de estos dos automóviles es vital para evitar desgracias y sustos en la Fórmula 1. Hablamos del Coche de Seguridad, más conocido como Safety Car, y el Coche Médico: el Mercedes SLS AMG GT y el Mercedes C63 AMG. Estos son sus secretos.

Alejandra Otero

Los guardianes de la Fórmula 1
Los guardianes de la Fórmula 1

El departamento deportivo de la marca de la estrella, AMG, lleva dieciocho años prestando sus modelos a la FIA a fin de asegurar la seguridad en cada circuito. Sin duda, la joya de la corona de estos modelos es el Mercedes SLS AMG GT, que debutó el año pasado como safety car en la Fórmula 1. Las modificaciones en el modelo alemán son mínimas, más allá de las pegatinas y las luces del techo de tecnología LED que lo distinguen como coche de seguridad. Estas luces van montadas sobre una avanzada estructura de fibra de carbono, que cuenta con un deflector que se extiende automáticamente cuando el coche supera los 120 km/h, a fin de ofrecer la menor resistencia al viento posible. Asimismo, lleva incorporadas dos cámaras en el techo que le permiten vigilar a los monoplazas cuando se encuentran en modo de formación, una vez sale a pista.

 

El Mercedes SLS AMG GT Safety Car disfruta de las mismas bondades que el modelo de serie, como es el caso del poderoso V8 de 6,3 litros y 591 CV de potencia con el que acelera de 0 a 100 km/n en 3,7 segundos y llega  a los 200 km/h desde parado en unos espectaculares 11,2 segundos. Su velocidad máxima es de 320 km/h. Asismimo cuenta con el avanzado cambio secuencial de doble embrague AMG Speed Shift DCT de siete velocidades. No obstante, del modelo de producción se diferencia en la suspensión adaptativa de especificaciones de competición AMG Ride Control, así como por los frenos cerámicos de alto rendimiento AMG o por las ligeras llantas de aleación pintadas en negro mate.

 

El safety car, en acción

El piloto alemán Bern Maylander lleva doce años pilotando el coche de seguridad en la Fórmula 1. En cada Gran Premio, espera pacientemente hasta que dirección de carrera le da el aviso de salir a pista, normalmente tras un accidente o ante situaciones climatológicas peligrosamente adversas. Cuando sale a pista, las luces LED del techo se iluminan en verde, hasta que todos los pilotos pasan a formación, que es cuando pasan al famoso naranja. Su cometido es guiar a los monoplazas hasta que el peligro haya pasado y se pueda reanudar la carrera.

 

En cifras

La temporada pasada, el Mercedes SLS AMG GT estuvo presente en 9 de un total de 20 carreras, salió en 13 ocasiones a pista y completó un total de 53 vueltas y 281 kilómetros.

 

El escudero: Mercedes C63 AMG

Por su parte, el coche médico de la Fórmula 1 es un Mercedes C63 AMG, modelo que lleva cumpliendo este cometido desde 2008. Este ‘escudero’ se encarga de seguir a los pilotos durante la primera vuelta, la más peligrosa de toda la carrera en la que raro es que no se choque alguno de los coches. Con un propulsor V8 de 487 CV, este espectacular asistente médico comparte con el safety car las iluminación en el techo, así como las luces estroboscópicas en los faros delanteros, capaces de iluminar en las condiciones más adversas. De igual manera va equipado con la suspensión variable firmada por AMG, frenos de alto rendimiento o diferencial autoblocante y ESP. En su interior, cuenta además con un desfibrilador y un sistema de asistencia respiratoria, para ofrecer los primeros auxilios antes de su traslado al centro médico.

 

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