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Y estas son algunas de las preguntas que nos hacemos: ¿Ha cedido Lewis Hamilton, o le han hecho ceder? ¿Tendrá Russell igualdad de oportunidades? ¿Mercedes será un “avispero”?
Muchas preguntas que solo con el tiempo irán encontrando respuesta. Lewis Hamilton lo intentó hasta el final, pero hubo algo o alguien que decidió poner freno al “dominio” del británico dentro de la escudería inglesa de nombre alemán. Para conocer los entresijos reales deberá pasar bastante tiempo, pero en Alemania hace tiempo que había descontento con la deriva que había tomado el nombre de Mercedes y la exposición mediática que emanaba de la F1, no siempre favorable a la estrella.
En tres meses, Lewis Hamilton firmó dos contratos con Mercedes: uno para continuar esta temporada, y acto seguido otro para 2022 y 2023. Las prisas que no tuvo para firmar el de esta temporada, le entraron para extender su presencia hasta final de 2023. Algo estaba pasando que él no controlaba y no quería verse apeado de la F1 de repente.
Hamilton intentó por todos los medios mantener a Valtteri Bottas con él, con alabanzas a su trabajo, explicando lo bien que se llevan, de todo… pero sin éxito. Nadie entendía que Mercedes pudiera dejar a George Russell aparcado otra temporada más, y el finlandés, que sabía que ya estaba fuera, puso un poco de pimienta el pasado domingo al final de la carrera del GP de Holanda, “gastando una broma” que puso histéricos a más de uno en el equipo.
Lewis Hamilton tiene que “tragar” con un compañero de equipo, que si le deja, le pondrá las cosas complicadas. “Ahora empieza el trabajo duro y lo bueno de verdad”, comentaba George Russell a sus más allegados estos días.
Hay posibilidades de que Mercedes se convierta en un avispero en cuanto el recién llegado, Russell, esté a la altura o mejor que Hamilton. La afición británica tiene que dictar sentencia también en sus preferencias. Según comentan los aficionados ingleses, quieren que Lewis Hamilton tenga competencia, y viniendo esa competencia de otro paisano, todavía hay más expectativas.
El virus fatal para Lewis Hamilton
El COVID-19 que contrajo Hamilton en Baréin el año pasado -durante el GP de Sakhir y en el que tuvo que sustituirle Russell- perjudicó notablemente su imagen y la devaluó mucho. Hasta entonces George Russell no dejaba de ser un piloto prometedor, pero a quien el Williams no le dejaba brillar. Tenía futuro, pero no tenía muchas maneras de demostrarlo. Sin embargo, barrer literalmente de la pista a Valtteri Bottas, dominar la carrera, volverla a dominar tras un lío en boxes con los neumáticos, deliberado o no, para finalmente ser llamado a boxes para que cambiara ruedas por el truco del “pinchazo lento” y alejarle del triunfo.
Mercedes no podía permitir que un piloto habitual de la última fila ganara en su primera carrera con el coche de Lewis Hamilton. Había que impedir la imagen de George Russell en el podio con la copa de ganador dando la vuelta al mundo. ¿Dónde hubiera quedado la imagen de Lewis Hamilton? ¿Dónde quedaba el mérito de sus títulos con el coche más dominador de la historia de la F1?
La exhibición de la calificación en Spa –Russell calificó segundo en el GP de Bélgica-, similar a la que dio Fernando Alonso ganando en también Spa en el 2000, ya la hizo George Russell con el contrato de Mercedes firmado. Tenía que ir a por todas y asumir riesgos, demostrando que no llega a Mercedes para que le avisen por radio de que no corra. Veremos qué emocionantes luchas internas nos depara Mercedes a partir de ahora.
