Correa retoma el camino hacia la F1, todo un ejemplo de superación

Un paso atrás para saltar más lejos, esa es la filosofía que está aplicando Juan Manuel Correa 533 días después de su accidente en Spa Francorchamps el 31 de agosto de 2019.

José Mª Rubio

Juan Manuel Correa volvió a pilotar 533 días después de su grave accidente
Juan Manuel Correa volvió a pilotar 533 días después de su grave accidente

Si hay alguien que ha luchado por su objetivo, que no es otro que llegar a la F1, ese es Juan Manuel Correa. Llevaba 533 días trabajando en la sombra del sufrimiento, tanto físico como mental. Sin descanso una vez que volvió de Europa a América, después de luchar contra la muerte, que la vio muy de cerca en aquel tenebroso hospital de Lieja, lugar indigno para cualquier enfermo, y que era el destinado para llevar a los pilotos de F1 durante el G.P. de Bélgica del 2019.

ART creyó en las posibilidades de Correa y acertó
ART creyó en las posibilidades de Correa y acertó

Juan Manuel tomó personalmente, cuando estuvo medianamente consciente, la decisión de que no le amputaran la parte inferior de la pierna derecha y él mismo, con el apoyo de toda su familia, tomó la decisión de volver a correr. Dejó atrás la comodidad del sofá para estar luchando contra sí mismo en un gimnasio que se instaló en casa. Entre operación y operación, en plena pandemia, siguió creyendo en sus posibilidades y en él mismo y al final logró su objetivo de volver a sentarse en un monoplaza. Ayer, en el circuito Paul Ricard volvió a sentirse piloto de verdad, con su madre junto a él, como estaba en Bélgica el día del accidente.

Juan Manuel Correa es un ejemplo a seguir
Juan Manuel Correa es un ejemplo a seguir

Llegar hasta ese momento no fue fácil y es que Juan Manuel no solo ha demostrado fuerza física y mental, sino que además tomó la decisión de “pilotar” él mismo todos los detalles de su regreso. Negociaciones con equipos, búsqueda de patrocinadores, todos los detalles los asumió como un nuevo reto en su vida para mantenerse “vivo” y con la esperanza de regresar a las pistas. El apoyo familiar, como el de aquel padre que sujeta la bicicleta del hijo por el sillín cuando éste quiere aprender a andar solo, ha sido importante a todos los niveles. Sus padres, hermanos y abuelos han estado ahí siempre, pero Juan Manuel cada vez corría más lejos en su bicicleta y de momento ha llegado a su primer sprint final que ha ganado. La primera victoria ya la ha logrado, ahora le quedan más, pero visto lo visto, seguro que está de nuevo en el podio y pilotando su “Road to F1”.

En Paul Ricard comenzó ayer y sigue hoy al volante de un Dallara GP3/13 de la antigua generación, sin halo, lo que también hace más sencillo entrar y salir del habitáculo. Volver a pilotar el GP3 era regresar a las sensaciones que tuvo en 2017 y 2018, cuando disputó temporada y media de la GP3, logrando un cuarto puesto como mejor resultado.

Sus primeras impresiones compartidas en sus redes sociales fueron de satisfacción y agradecimiento. “El 15 de febrero, 533 días después del accidente de Spa, he vuelto por primera vez a pilotar un monoplaza. Es difícil describir mis sensaciones, todo lo que puedo decir es gracias a los que me han ayudado a llegar hasta este momento“

Juan Manuel no quiso olvidar a su amigo Anthoine Hubert, con quien precisamente compartió podio en este mismo circuito de Paul Ricard en 2019. “Anthoine estaba conmigo hoy”, dijo el piloto ecuatoriano/americano, que hoy sigue rodando en un concurrido circuito de Paul Ricard.

Correa fue segundo tras Hubert en Paul Ricard en 2019
Correa fue segundo tras Hubert en Paul Ricard en 2019

No es tiempo de hacer comparaciones con los tiempos de los otros pilotos presentes, pero podemos anticipar que Juan Manuel Correa, tras 533 días de inactividad, salir de un coma y sufrir 20 operaciones en sus piernas, está marcando tiempos que le permitirían luchar por la victoria en una carrera de F3.

El equipo ART fue el que creyó que el regreso de Juan Manuel era posible y le dio facilidades para poder organizar su vida en torno a la competición de nuevo. Aunque parezca lo contrario, no fue fácil encontrar un equipo dispuesto a tener uno de sus coches en manos de Juan Manuel, que paga como todos por estar ahí.

Dónde sí creyeron en sus posibilidades y encontró el apoyo necesario, fue en Ecuador, dónde Juan Manuel es un símbolo de superación para generaciones de jóvenes que no deben rendirse en estos tiempos complicados a todos los niveles, económicamente y con la pandemia asolando aún muchos territorios de América latina.

Entrar y salir del coche parecía una tarea complicada, sin embargo superó bastante fácilmente el momento, que es dónde más problemas podía haber, ya que aún utiliza muletas para andar y entrar y salir del monoplaza no es lo más sencillo del mundo. Juan Manuel enseguida se sintió cómodo dentro del coche y trabajó con el equipo para adaptarse lo antes posible a las sensaciones del pilotaje real, después de esos 533 días de inactividad dentro de un monoplaza.

Al final de la primera jornada de pruebas hubo cansancio, pero más satisfacción y sobre todo tuvo la sensación de haber conseguido lo más difícil, sentirse piloto mentalmente. El cuerpo de un joven que no ha dejado de entrenar en este año y medio estaba listo, las piernas quizás no tanto, pero la mente del piloto era lo que había que valorar y esas sensaciones fueron excelentes. La milésima de segundo que hace falta a veces no está tanto en el físico sino en la mente del piloto y ese reto ya lo tiene superado.

Correa se inclinó por la F3 por varios motivos, el primero y principal fue que el campeonato es más corto en el tiempo, comienza en mayo y no como la F2 que comienza en marzo. Ese mes y medio le puede dar a Juan Manuel el tiempo necesario para llegar mejor preparado y luchar por las victorias. La F3 es un campeonato muy exigente, donde no hay tregua, y sin duda es la mejor piedra de toque para alguien que quiere quemar etapas para llegar a la F1.

La idea que está en su cabeza en su camino “Road To F1” es clara F3, F2 y finalmente F1, como la de cualquier piloto. Él ya probó, precisamente en Paul Ricard, por primera vez un F1 y quiere volver a tener esas sensaciones, pero como piloto titular. Sabe que en la F3 tiene que estar luchando por el campeonato desde la primera carrera para poder dar el salto a la F2 la temporada próxima y después seguir soñando con la F1.

Correa probó un Alfa Romeo de F1 una semana antes de su accidente
Correa probó un Alfa Romeo de F1 una semana antes de su accidente

De momento ha franqueado ya el primer y más importante paso. Es de nuevo piloto de monoplazas y estará listo para cuando comiencen los test de pre temporada de F3. Sus compañeros este año en ART serán el piloto de Mercedes-AMG junior Frederik Vesti y Alexander Smolyar.