Después de Haas, Toro Rosso y Williams hoy le tocaba el turno a Renault, que al contrario que en otras ocasiones huyó de los fastos de presentaciones parisinas y se limitó a una ceremonia acorde con los tiempos que exigen reducciones de todo tipo en el Whiteways Technical Centre. Renault debe seguir ascendiendo en el ranking y una vez en la cuarta posición, le queda el reto de ascender al “podio" y eso no va a ser fácil. Mercedes y Ferrari parecen inalcanzables hasta ahora y Red Bull podría ser desbancado del tercer puesto solamente si Honda sigue en su nube y no aporta a Verstappen y Gasly un motor de garantías. Renault va a tener que trabajar mucho y en la buena dirección desde la semana que viene en Montmeló para reducir la diferencia que le separa de su objetivo, que no es otro que la tercera posición en el mundial de constructores.
Donde Renault ha invertido este año ha sido en el salario de su piloto estrella, Daniel Ricciardo, que es con diferencia el “empleado" mejor pagado de la Regie, con esos 17 millones de € que va a cobrar por temporada, frente a los 4,5 de Hulkenberg.
El nuevo monoplaza, que ha perdido el patrocinio de La liga, al menos de momento, pero sigue con Mapfre, tiene que permitir a los del rombo mejorar su cuarto puesto de la temporada pasada y acceder al top tres si quiere seguir una ascensión acorde con las pretensiones que en su día esgrimió Carlos Ghosn.
El coche de este año es completamente nuevo para tratar de romper la barrera de esa cuarta posición, y como decía Marcin Budkowski solo la caja de dirección es común con el coche de 2018. Pero al margen del chasis, lo que realmente será importante este año es el rendimiento y la fiabilidad del conjunto propulsor, y eso hasta que estén en pista no se sabrá realmente.
Honda es la gran amenaza de Renault en ese apartado y los franceses saben muy bien lo que se juegan. Este año solo tienen un equipo cliente, McLaren, y si el motor no rinde lo suficiente les lloverán las críticas desde dentro y desde fuera. Sin duda esa fue la causa de que se tuvieran que separar de Red Bull tras una guerra fría que ha durado toda la era híbrida.
Casi han hablado más de motores que de chasis en la presentación del nuevo Renault RS19, y las explicaciones de los hombres del rombo han versado especialmente sobre las mejoras en el conjunto híbrido. Han mejorado el ERS, la unidad de combustión partiendo de la versión “C", la última utilizada el año pasado.
Abiteboul no quiere quedarse en el cuarto peldaño, después de haber pasado del noveno al cuarto puesto en tres temporadas. “En 2019 tenemos que reducir la diferencia con respecto a los primeros. Sabemos que tenemos los pilotos para hacerlo, después está el motor que debe estar a la altura de los mejores y en Enstone han trabajado en un chasis ganador", comentaba el francés.