Antes de comenzar a darse la vuelta completa al trazado (5,513 km), Sainz comentó algunas cosas interesantes sobre este fin de semana.
“Se espera un fin de semana mucho más tranquilo que el año pasado, que fue un poco aburrido con tanta lluvia y no poder rodar. Aunque un tiempo como el de año pasado no nos vendría mal a nosotros…”, comenzó diciendo Carlos Sainz. “Aprendí muchas cosas el año pasado, durante todo el fin de semana en mojado, condiciones cambiantes, aprendiendo a conocer los diferentes compuestos de neumáticos que hay. En carrera y el viernes y sábado usamos todos los tipos: agua extrema, intermedios, de seco… Creo que aprendí bastante. Hubo un par de sesiones en los libres que salimos a la pista para ver cómo estaba, pero se encontraba completamente inundada. Llevar un F1 en esas condiciones es de las cosas más divertidas que he hecho, pero también de las más límites y probablemente incontrolables”.
La previsión para el fin de semana es calor, de cerca de 30 grados, y sol, sin nada de lluvia. Aunque Sainz no lo tiene tan claro. “Ya veremos cómo está el tiempo el fin de semana. En Suzuka la previsión primera era de tifón y luego no llovió”.
A Carlos Sainz le gusta mucho este Circuito de las Américas. El año pasado, en esa caótica carrera con mucha lluvia, se clasificó séptimo: “Este trazado de Austin me gusta porque al final si lo piensas hay muchos circuitos nuevos hoy en día, en los que creo que ninguno de verdad ha conseguido crear lo que se hizo con un Suzuka, Spa, Silverstone… si hay alguno que sí que ha creado su propia personalidad es este de Austin con esta subida en la curva 1, un primer sector súper rápido, una curva larga, luego rectas con posibilidad de adelantar. Al final tiene una personalidad que le falta a muchos otros circuitos nuevos”.
Este año Sainz sabe que en Gran Premio de Estados Unidos va a ser difícil puntuar: “Este año va a ser difícil estar entre los diez primeros, no diría imposible, pero algo muy rato tendría que pasar. Vamos a hacer nuestro fin de semana, intentar hacer lo que el coche sea capaz de hacer. En Suzuka me quedé con mal sabor de boca, porque si hubiéramos podido adelantar todo habría cambiado. Hicimos una mala estrategia. Hemos aprendido esa lección. Aquí va a ser parecido a Suzuka y Malasia, haciendo en carrera el quince más o menos. Tendremos que hacer la estrategia correcta en el momento adecuado para sumar algún punto”.
Sainz es conformista con lo que le toca actualmente que vivir con un Toro Rosso bajo de prestaciones: “Soy una persona muy competitiva que quiere siempre estar arriba, pero al final cuando te subes al coche y empiezas a pensar la suerte que tienes de estar conduciendo un Fórmula 1, de estar en Austin, te contagias, y sabes que estás aquí para dar lo máximo, ir lo más rápido que puedes y disfrutas. En carrera se me escapa algún comentario frustrante, pero al final lo disfrutas y estás corriendo en la Fórmula 1”.