Mientras Verstappen gana en los eSports, los directores de equipo no duermen tranquilos en plena fase mundial de confinamiento, porque no ven la salida del túnel. Eso afecta a todos los deportes y eventos, pero cada uno ve su casa parada y que no entran ingresos.
McLaren ha iniciado un parón que durará casi dos meses, en los cuales habrá un equipo de personas trabajando a bajo rendimiento. Y pronto casi todos imitarán a los de Zack Brown. Las incertidumbres son demasiadas y, como no se sabe si habrá carreras hasta después del verano, y eso si todo va bien, nadie quiere gastar un céntimo en algo que no sabe si va a servir. En todo caso podría servir para la temporada 2021, pero para eso falta casi un año.
La gran pregunta ahora es saber hasta cuándo pueden aguantar los equipos sin ingresos y con gastos. Son estructuras con cientos o miles de empleados, todos ellos de alta especialización, y en consecuencia con salarios importantes. Esa pregunta sí que podría tener una respuesta en cada una de las diez escuderías, según su músculo económico o soporte del propietario, pero ninguno quiere responder. Lo que no tiene respuesta, ni aunque quisieran darla, es saber cuándo será el inicio de la competición.
Son dos líneas en un gráfico que avanzan inexorablemente en sentido contrario. Cuánto más se demore el inicio del campeonato, peor será la curva del sostenimiento de los equipos. Esto no solo afecta a Williams, Haas o Alfa Romeo, sino que afecta a todos. Mercedes tiene 1.500 empleados ligados a la F1; Red Bull bastantes menos pero cerca de eso; Ferrari, también; y McLaren por ahí anda, como Renault; Racing Point haciendo una nueva factoría; Stroll ha comprado un amplio porcentaje de Aston Martin, pero como los Ferrari o los McLaren, no parece que se vendan, ni que se vayan a vender como hasta ahora, lo cual perjudicará la cuenta de resultados de todos. De esa “pandemia" de bajada de ventas son víctimas también Mercedes, Renault y no digamos Alfa Romeo.
Las ventas de coches lastrarán las escuderías
Esas bajadas de ventas en las casas “madre" van a afectar directamente a los equipos de F1, por eso pensar en un presupuesto tope de 175 millones, que es lo que querían desde los 400 que gastan algunos, es una temeridad y habría que bajarlo a 100, como mucho. HRT en su día funcionaba con 60 y tenía el mejor catering del paddock con Arzak.
Hay que afrontar una reducción de gastos para adecuarla a los ingresos, ya sean por aportación de la empresa matriz, en el caso de los que la tienen o por patrocinios, que van a la baja y de qué manera. Las escuderías más previsoras aún tendrán algo en caja del año pasado, pero no serán muchas.
Los derechos de televisión, que maneja Liberty, tendrán que ser liberados de inmediato, aunque en el contrato no lo ponga, sino va a desaparecer más de un equipo. Eso sí, Red Bull no decide que hay que cerrar el grifo, lo mismo que Mercedes o Renault, y veremos qué pasa con FCA y cómo afecta a Ferrari todo. Alfa Romeo es un mero patrocinio con importante colaboración técnica a Sauber.