A las 12h15 hora de Austin Zak Brown, en la novena pregunta de la rueda de prensa de los jefes de equipo y primera de los periodistas presentes, desveló el futuro de Fernando Alonso con McLaren en Indy. Nada de nada, dejando una pequeña rendija a Indy 500, que luego cerró en la misma respuesta. “Hemos tomado la decisión de no hacer una temporada completa de Indy en 2019. Simplemente no estamos preparados aún y estamos muy centrados en la F1. Como he comentado varias veces, tenemos intención de hacerlo en un futuro. En lo que concierne a las 500 Millas, seguimos teniendo interés en ello y tomaremos la decisión cuando acabe la temporada. Es algo que a Fernando también le gustaría hacer, pero estamos centrados en la F1 y hasta que no tengamos un soplo de aire fresco, seguiremos enfocados en ella", comentó Brown.
Normalmente las grandes noticias se dan ahora en las redes sociales, pero Brown prefirió hacerlo en una rueda de prensa, lo cual es de agradecer. Al parecer hubo quien “vendió" la respuesta de Brown en rueda de prensa como exclusiva propia.
Tras el anuncio faltaba por conocer la opinión de Fernando Alonso al respecto, y no se cortó un pelo. Dijo que él lo sabía hacía meses, incluso cuando anunció el 14 de agosto que dejaba la F1, ya sabía que no haría Indy.
Contradicciones al margen, la realidad es que a día de hoy, al menos públicamente, hay una nebulosa respecto al futuro del asturiano. Las ambigüedades en el terreno mediático siempre le han gustado al campeón español, y se va a despedir de la F1 jugando con ellas y marcando los tiempos como a él le gusta. Sin Indy se desmorona, no se cumplirá una de las premisas para ser el mejor piloto de todos los tiempos, ya que para ello debe conquistar los tres campeonatos más relevantes: F1, WEC (Resistencia) e Indy. El título americano se pospone y como pedrea y con mucha suerte, podría ganar en Indy, si es que llega a participar, algo que Brown no garantiza ni mucho menos.
Desde fuera, en el mes de agosto todo parecía mucho más sencillo que lo que ha resultado ser en este inicio de otoño. Antes de anunciar su retirada en el puente de agosto, Alonso, o su entorno, sabían lo que no iban a hacer, pero al parecer aún no está claro, al margen de cumplir su contrato con Toyota. Algo no ha funcionado como era debido. Un anuncio como el suyo debía ir acompañado, en un plazo relativamente corto de tiempo, del anuncio de su próximo proyecto, como lo han hecho Vandoorne o Massa, ambos enfocados en la Formula E.
Sin embargo ha sido el CEO de McLaren quien ha puesto negro sobre blanco. Uno de los factores principales, al margen del tema de desvío de esfuerzos, sin duda ha debido ser el económico. Un proyecto de esa envergadura se iba a casi 20 millones, incluyendo el salario del piloto, y los patrocinadores escasean en la formación de Woking, que sin Kimoa en su carrocería sería casi todo naranja. Los accionistas de McLaren, con los Bareinís al frente, no quieren que haya “despistes" en el objetivo principal, que como señaló Brown, es la F1.
En 2017, en la sala de ingenieros de McLaren de Baréin, muchas de las pantallas estaban dedicadas a temas de Indy. Neil Oatley, “padre" de los mejores McLaren de la historia, estuvo trabajando en el proyecto americano y se desplazó al óvalo de Indiana también. Neil estuvo este año en Baréin cuando se vio que el McLaren era un desastre, y solo pudo constatar que esta tampoco iba a ser la campaña de la recuperación.
Así las cosas no es de extrañar que Zak y los propietarios del equipo hayan tomado esta decisión, la más lógica si no se puede tener una estructura independiente y que se financie por sí sola. Honda fue el año pasado el protagonista económico de la aventura, y después todo se le volvió en contra en el caso de Alonso, aunque ganaron con Sato y de alguna manera maquillaron el desastre del coche de Fernando, que sin duda tuvo más relevancia que la victoria del japonés.
La escudería de Woking tiene suficiente con emplear todos sus recursos en mejorar el chasis y “rezar" para que el “completamente nuevo" motor de Renault sea mejor. Si económicamente la aventura americana era problemática, desde el punto de vista de imagen era una moneda al aire. Si salía bien, siempre era explotable, pero si salía mal, y en F1 no había mejoría, los titulares de la prensa estaban cantados: “McLaren paga los caprichos de Alonso". El jueves por la tarde el manager de Fernando comentaba que debía ser McLaren quien pagara el campeonato americano, y sin embargo el propio piloto confesó que eso estaba muerto desde antes del verano… Al final se tiene la sensación de que quizás no fuera una buena idea retirarse de la F1 de repente.
Sorprende que el nombre de Alonso, que llenó de publicidad el coche de Indy en 2017, no haya tenido el mismo gancho de cara al 2019. Lo único que hubiera salvado el proyecto era una entrada de recursos suficientes, un patrocinador que no querría estar en la F1 y sí en Indy, para que el proyecto pudiera funcionar de forma independiente. Pero no apareció. Pagar 20 millones por un patrocinio, solo para el mercado americano, no ha tenido ningún atractivo según parece, ni aunque se trate de Fernando Alonso y todo el tirón mediático que conlleva el asturiano.
Mientras se cierra el capítulo Indy, llega Coca Cola al pontón del McLaren. De momento modestamente, con un letrero incluso de menores dimensiones que Kimoa, pero esto se entiende como una prueba de lo que podría ser el patrocinio principal el año que viene, que no estará la marca del asturiano.
Zak Brown ha sido uno de los hombres que más patrocinadores ha aportado a la F1, de hecho conoció a Fernando Alonso cuando el asturiano corría con Ferrari y llegó el patrocinio de UPS. Martini **apareció en Williams gracias a los buenos oficios del CEO de Just Marketing. Brown trabajó estrechamente con Ecclestone en muchos proyectos que salieron adelante, por lo que no es de extrañar que el año que viene veamos un McLaren con Coca Cola en grande y alguna otra de sus marcas, como el agua **Dasani, ya presente en la manga izquierda de los pilotos.