Si eres previsora y has planeado con antelación la jornada de compras, puede que hayas hecho acopio del informe de turno de los mejores dispositivos de retención infantil -elaborado por los clubes automovilísticos europeos- y pedido consejo a familiares y amigos. Incluso es probable que vayas con un modelo concreto en la cabeza pero, al verlo colocado en la tienda entre sus rivales, lo habitual es que te asalten las dudas y busques ávida un vendedor que te ayude a resolver esos “parecidos razonables”.
En este punto de la visita pueden ocurrir dos cosas: bien que la persona que te oriente tenga conocimiento del producto, lo que ocurre sólo en tiendas especializadas o que el ser humano que está al otro lado no tenga ni la más remota idea de lo que le pides y te recomiende lo que más le interese vender. Conclusión: vuelves a casa con las manos vacías y la cabeza llena de dudas, o con una silla que no sabes ni cómo se instala pero que te ha costado una pasta y te han dicho que era lo mejor para ti y tu retoño.
Cinco puntos clave para acertar
1. ¿Dónde comprar?
En establecimientos especializados, así de sencillo. Supermercados, grandes superficies o jugueterías con sección de puericultura no forman parte de esta categoría: en estos lugares lo mismo te venden una guitarra eléctrica que una cuna.
Que en la tienda sean expertos es sinónimo de que sabrán resolver tus dudas, podrás instalar la silla en tu coche antes de comprarla, lo que es muy, muy importante.
2. ¿Valen para algo los informes de las mejores sillas?
Sí y no. El informe se realiza con la participación de los clubes automovilísticos europeos, que proponen una serie de fabricantes y modelos por país. Por eso, cuando vas a la tienda encontrarás sillas de las que no hay datos: esto no significa que sean malas, sólo que ningún país ha decidido someterlas a examen.
Por eso, debes valorar la clasificación de los informes como muy válida para las sillas probadas, pero sin desestimar las que no aparecen.
3. ¿Son seguros los dispositivos que cubren muchas edades del niño?
¿Un bebé recién nacido de 3 kilos es igual que un niño de 9 años y 25 kilos de peso? Obviamente, poco tienen que ver, por lo que las sillas que cubren todas las edades del niño quitando y poniendo accesorios y acoples varios, como si fueran un Lego, no son recomendables: a cada edad, su silla.
4. Me venden una silla con Isofix, ¿vale para mi coche?
El Isofix es un sistema de fijación de la silla del niño al vehículo a través de tres puntos de anclaje específicos y rígidos. Desde 2011, todos los coches están equipados de serie con este sistema en, al menos, dos de sus plazas. Por ello, si tienes un automóvil anterior a esta fecha debes consultar si dispone de Isofix y si éste es de tres puntos: si no lo tiene, no valdrá para nada que te compres una silla con este sistema.
5. ¿Merece la pena comprar una silla del grupo 1 que se instale a contra marcha?
Por el momento, llevar a los niños en sentido contrario al de la marcha es sólo una recomendación y no una obligación normativa. Las sillas del grupo 0 y 0 —hasta 10 y 13 kilos, respectivamente— han de colocarse obligatoriamente en el sentido contrario a la marcha. A partir del grupo 1—de 9 a 18 kilos— ya se pueden instalar hacia delante.
No obstante, si entrase en vigor la nueva normativa se haría de manera progresiva, lo que significa que podrían seguir utilizándose y vendiéndose durante un largo periodo las sillas actuales con su correspondiente instalación.