Volkswagen Golf GTI 1.6 de 1976

Poco podían imaginar los ingenieros de Volkswagen que su trabajo de preparación sobre el pequeño Golf, subiendo su potencia a 110 CV, daría lugar a uno de los coches más emblemáticos de finales de los ‘70 creador de toda una escuela. Los deportivos y brillantes GTI de los años ‘80 y ‘90.

Volkswagen Golf GTI 1.6 de 1976
Volkswagen Golf GTI 1.6 de 1976

Para disfrutar en los años ’70 de un vehículo de buenas prestaciones y comportamiento había que hacer un fuerte desembolso, renunciar a unas suspensiones medianamente confortables y, normalmente, conformarse con un habitáculo reducido. El Volkswagen Golf GTI eliminó de un plumazo estas limitaciones: su motor de inyección 1.6 y 110 CV tirando de una carrocería que sólo pesaba 860 kilos ofrecía un nivel de prestaciones desconocido para el gran público, sus suspensiones conseguían un más que aceptable nivel deconfort y su habitáculo acogía sin grandes problemas a 4 personas con un espacio para su equipaje razonable.La idea de meter un motor potente en un vehículo pequeño en los años ‘70 no era completamente nueva, de hecho ya existían coches como los Mini Cooper o los Renault 8 Gordini, pero Volkswagen fue mucho más lejos con su Golf GTI. Por un lado, subió la potencia a 110 CV, una cifra impensable para un coche pequeño en esa época, y por otro, consiguió una armonía perfecta entre habitáculo, suspensiones, cambio y motor. Con una relación peso/potencia de 7,8 kg/CV, este pequeño Golf se permitía el lujo de viajar sin problemas por autopista con la aguja marcando algo más de 180 km/h y de ridiculizar a coches de prestaciones superiores en zonas de montaña.Si a los 23 años de su lanzamiento el GTI 1.6 sigue ofreciendo unas cualidades admirables, es fácil imaginar el impacto que causó en los años ‘70. Es cierto que el nivel de ruido era mucho más alto que el de un turismo moderno y que en su interior no había muchas concesiones al lujo, pese a que la postura de conducción era francamente buena, pero su motor de 110 CV y las cualidadesde su bastidor le permiten, incluso hoy, codearse con lo mejorcito de los coches de su categoría que se fabrican en la actualidad.El 1.6 pese a que proporcione sus 110 CV a 6.100 rpm y que consiga su par máximo a 5.000, la realidad es que tira sin vacilaciones desde poco más de 1.500 rpm. Desde este régimen hasta las 6.100 el empuje es constante, ofreciendo buena respuesta en cualquier momento. Si a esta facilidad de funcionamiento del motor unimos un cambio con poco salto entre marchas con un desarrollo final tirando a corto y unas suspensiones que proporcionan un excelente equilibrio en cualquier tipo de curva, se explica fácilmente el éxito de este pequeño deportivo. Las aceleraciones en marchas cortas son fulgurantes, cada vez que subimos una marcha el motor parece ir más alegre, los frenos con discos ventilados delante cumplen perfectamente con su misión y el bastidor hace gala de una nobleza envidiable.Para darnos cuenta de sus buenas cualidades dinámicas basta con tener en cuenta que el GTI 1.6 se conforma con unos modestos neumáticos 175/7013 (un Volkswagen Polo actual con motor 1.4 ya monta 185/6014). Incluso esta medida tiene su lado positivo ya que la deriva que generan se encarga de que las reacciones sean francamente suaves y predecibles.En 1982 apareció la versión 1.8 de 112 CV que no mejoraba mucho las prestaciones puras pero que con bastante más par en baja conseguía mejores recuperaciones pese a su desarrollofinal más largo. Ciertamente era más agradable que el 1.6 pero este último prácticamente ya se ha convertidoen un auténtico clásico con el indudable mérito de ser el auténtico creador de los GTI modernos. El Golf GTI es un coche al que todas las marcas han estado tratando de superar durante cerca de 20 años.

La fórmula del éxito
Para disfrutar en los años ’70 de un vehículo de buenas prestaciones y comportamiento había que hacer un fuerte desembolso, renunciar a unas suspensiones medianamente confortables y, normalmente, conformarse con un habitáculo reducido. El Volkswagen Golf GTI eliminó de un plumazo estas limitaciones: su motor de inyección 1.6 y 110 CV tirando de una carrocería que sólo pesaba 860 kilos ofrecía un nivel de prestaciones desconocido para el gran público, sus suspensiones conseguían un más que aceptable nivel deconfort y su habitáculo acogía sin grandes problemas a 4 personas con un espacio para su equipaje razonable.La idea de meter un motor potente en un vehículo pequeño en los años ‘70 no era completamente nueva, de hecho ya existían coches como los Mini Cooper o los Renault 8 Gordini, pero Volkswagen fue mucho más lejos con su Golf GTI. Por un lado, subió la potencia a 110 CV, una cifra impensable para un coche pequeño en esa época, y por otro, consiguió una armonía perfecta entre habitáculo, suspensiones, cambio y motor. Con una relación peso/potencia de 7,8 kg/CV, este pequeño Golf se permitía el lujo de viajar sin problemas por autopista con la aguja marcando algo más de 180 km/h y de ridiculizar a coches de prestaciones superiores en zonas de montaña.Si a los 23 años de su lanzamiento el GTI 1.6 sigue ofreciendo unas cualidades admirables, es fácil imaginar el impacto que causó en los años ‘70. Es cierto que el nivel de ruido era mucho más alto que el de un turismo moderno y que en su interior no había muchas concesiones al lujo, pese a que la postura de conducción era francamente buena, pero su motor de 110 CV y las cualidadesde su bastidor le permiten, incluso hoy, codearse con lo mejorcito de los coches de su categoría que se fabrican en la actualidad.El 1.6 pese a que proporcione sus 110 CV a 6.100 rpm y que consiga su par máximo a 5.000, la realidad es que tira sin vacilaciones desde poco más de 1.500 rpm. Desde este régimen hasta las 6.100 el empuje es constante, ofreciendo buena respuesta en cualquier momento. Si a esta facilidad de funcionamiento del motor unimos un cambio con poco salto entre marchas con un desarrollo final tirando a corto y unas suspensiones que proporcionan un excelente equilibrio en cualquier tipo de curva, se explica fácilmente el éxito de este pequeño deportivo. Las aceleraciones en marchas cortas son fulgurantes, cada vez que subimos una marcha el motor parece ir más alegre, los frenos con discos ventilados delante cumplen perfectamente con su misión y el bastidor hace gala de una nobleza envidiable.Para darnos cuenta de sus buenas cualidades dinámicas basta con tener en cuenta que el GTI 1.6 se conforma con unos modestos neumáticos 175/7013 (un Volkswagen Polo actual con motor 1.4 ya monta 185/6014). Incluso esta medida tiene su lado positivo ya que la deriva que generan se encarga de que las reacciones sean francamente suaves y predecibles.En 1982 apareció la versión 1.8 de 112 CV que no mejoraba mucho las prestaciones puras pero que con bastante más par en baja conseguía mejores recuperaciones pese a su desarrollofinal más largo. Ciertamente era más agradable que el 1.6 pero este último prácticamente ya se ha convertidoen un auténtico clásico con el indudable mérito de ser el auténtico creador de los GTI modernos. El Golf GTI es un coche al que todas las marcas han estado tratando de superar durante cerca de 20 años.
La fórmula del éxito