El Roadster de BMW cumple 75 años

En el Salón de Berlín de mayo de 1934 se presentó el BMW 315/1, primer roadster de la marca.

El Roadster de BMW cumple 75 años
El Roadster de BMW cumple 75 años

La tradición de los roadster de BMW se remonta al año 1934 durante la celebración del Salón de Berlín. Allí la marca alemana presentó, junto con el 315, una versión descapotable de este mismo modelo. Caracterizado por un morro largo y un estrecho parabrisas, BMW eligió para propulsarlo un motor de seis cilindros y 1.5 litros con una potencia de 40 CV. Se llegaron a fabricar sólo 230 unidades. A finales de 1934 aparecía el 319/1. Con una imagen muy similar a la de su antecesor, ocultaba bajo su capó un motor 1.9 litros de 55 CV. Su producción desde 1934 a 1936 se limitó a 178 unidades, aunque el gran éxito de este modelo llegó de la mano de la competición. A mediados de los años 30, pocas diferencias existían entre los roadster de producción y los coches de competición, por lo que BMW pronto se dio cuenta de la necesidad de fabricar coches más potentes y musculosos. La solución la encontraron en el M328. Desde su debut en Nürburgring el 14 de junio de 1936, el nuevo roadster de BMW barrió literalmente a casi todos sus rivales en la pista. En la primavera de 1937 comenzó la fabricación de este modelo a gran escala, y no sólo para la competición. Con su velocidad máxima de 155 km/h era, sin duda, uno de los coches más rápidos en la carretera. El BMW 507 se estrenó en el Salón de Nueva York de 1955 y marcó nuevas pautas en diseño . Para empezar fue el primero en incorporar la clásica doble parrilla en forma de riñón de la marca en posición horizontal. Fabricado en color rojo, su motor 3.2 V8 de 150 CV permitía a este roadster alcanzar los 220 km/h. Tuvieron que pasar 29 años para encontrar un sucesor al BMW 507. El Z1 llegaba en 1988 con un chasis monocasco de acero al que se acoplaron unos paneles de plástico. Sus puertas desaparecían bajo los laterales y montaba un motor de 2.5 litros con 170 CV. El Z1 supuso un punto de inflexión. A partir de él, más y más personas mostraron interés por los biplazas de BMW y la marca en respuesta creó el BMW Z3. Su avanzada tecnología, una atractiva carrocería y una clara búsqueda del placer de conducción eran sus virtudes. Para el Z3 la marca ofrecía dos posibilidades mecánicas, un 4 cilindros 1.8 de 115 CV ó un 1.9 que entregaba hasta 140 CV y una velocidad máxima de 205 km/h. Más tarde, existió la posibilidad de elegirlo con el motor que montaba por entonces el M3, el 3.2 de seis cilindros y hasta 325 CV. Con la entrada en el nuevo siglo, BMW presentó el siguiente modelo en la saga, el Z8. Morro largo, formas curvas y musculosas, neumáticos de gran tamaño y un poderoso motor V8 eran sus señas de identidad. El último modelo en incorporarse a la familia de roadster de BMW hasta la fecha es el Z4, presentado por primera vez en el Salón de París de 2002 y cuya segunda generación acaba de iniciar su comercialización en nuestro país.