Entre los automóviles clásicos, el Jaguar E-Type es uno de los más importantes de toda la historia del automóvil. Es, considerado por muchos, el modelo más bello de todos los tiempos, incluso para marcas rivales. No en vano, hasta un nombre tan ilustre como el de Enzo Ferrari no dudó en calificarlo como «el vehículo más hermoso de la historia». Pero también es una obra de arte que incluso hoy se exhibe en el museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). Un modelo de líneas muy fluidas pero también con un importante trabajo aerodinámico dibujado por el gran diseñador británico Malcolm Sayer en 1961. Un lujo que actualmente se cotiza entre 60.000 y 200.000 euros aproximadamente según versión y año de fabricación.
Hoy, en el siglo XXI, y ya con una clara apuesta por la electrificación del automóvil —la misma Jaguar ha anunciado que a partir de 2020 todos los coches que presente serán eléctricos, híbridos enchufables o híbridos— la división de coches clásicos de la marca británica hace una propuesta en forma de prototipo sobre su visión de cómo se transformarán los coches clásicos en un futuro. Y es que ya hay países, como el Reino Unido, donde los motores de explosión dejarán de venderse en 2040 —híbridos incluidos— y no tendrán cabida en sus carreteras diez años más tarde. Y si bien la medida es a largo plazo, antes de su llegada veremos cómo aparecen numerosas limitaciones en su uso.
Por ello, nace el Jaguar E-Type Concept Zero. Su alumbramiento parte de un Serie 1.5 de 1968, restaurado y transformado en el centro Jaguar Land Rover Classic Works de Coventry para demostrar que «en el futuro seguirá siendo posible conducir clásicos» según apunta el director de la división Tim Hanning. El aspecto del coche es idéntico al original, pese a que cuenta con faros led, mientras su bastidor permanece inalterado. Eso sí, en el lugar en el que originariamente se emplaza su motor XK de 6 cilindros ahora encontramos un paquete de baterías de iones de litio de 40 kWh con una autonomía de 270 km, un periodo de carga de 6/7 horas y un peso muy similar al del propulsor térmico. Tras las baterías, en el espacio de la caja de cambios, se adapta el motor eléctrico de 220 kW (300 CV) con el que ahora el E-Type acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos, lo que rebaja su marca en casi un segundo. El árbol de transmisión es nuevo y, en conjunto, el peso total del modelo se rebaja 46 kg.
En su interior se ha respetado el diseño original, pero con alguna concesión al siglo XXI. Las más reseñables son su instrumentación con pantalla digital a la que se suma otra integrada en la consola central.
De momento sólo es un prototipo, pero algunas voces ya nos filtran que, coche incluido, la división Classic podría comercializarlo por unas 270.000 libras (algo menos de 300.000 euros) aunque también existiría la posibilidad de que el cliente pusiese el coche mientras la marca se encarga de la transformación. Una transformación que, para tranquilidad de los más nostálgicos, será reversible. Es decir, que siempre el motor XK podrá volver a rugir sobre su carrocería. Algo imprescindible tanto para los nostálgicos como para los que no quieren ver sufrir una posible depreciación de su «joya» pero también se niegan a utilizarla sólo en circuitos o exhibiciones sin poder pasearla por vías públicas.
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