Rallye de Suecia: histórico triunfo de Ogier y Volkswagen

Sébastien Ogier y Volkswagen hicieron historia en Suecia, al imponer el francés su Polo WRC en la segunda carrera de vida del modelo. Tras mostrar en Montecarlo una gran competitividad, en Suecia el Polo fue en todo momento la referencia de la carrera, hasta el punto de que ni siquiera todo un campeonísimo como Sébastien Loeb pudo frenarlos con su Citroën.

Fernando Albes

Rallye de Suecia: histórico triunfo de Ogier y Volkswagen
Rallye de Suecia: histórico triunfo de Ogier y Volkswagen

A estas alturas nadie duda ya de que Sébastien Ogier y Volkswagen van a pelear, y fuerte, por los campeonatos del Mundo de Pilotos y Marcas. La demostración de competitividad que hicieron en Suecia a lo largo de todo el fin de semana no conduce a pensar otra cosa.

 

Partiendo con una ventaja ligeramente inferior al medio minuto sobre Sébastien Loeb en el arranque de la jornada de hoy domingo, Ogier supo gestionar la carrera a la perfección, administrando su ventaja sin ceder a la presión de su rival. Y eso que Loeb rodó absolutamente al límite, en un intento de aprovechar cualquier fallo de su rival y también para llevarle presionado en todo momento.

 

Tras anotarse las victorias parciales en los tres tramos que abrían las hostilidades, Mitandersfors (27,07 km), Finnskogen-1 (16,82 km) y Kirkener-1 (7,16 km), con Ogier pegado a su estela, Loeb tocaba ligeramente un talud de nieve en la siguiente especial, el corto pero peligroso Kirkener-2 (7,16 km), que había quedado muy delicado tras la pasada anterior, con grandes roderas y mucho hielo duro, en el que los clavos no llegaban a penetrar bien. En ese lance cedía 3,9 segundos al líder de la carrera, lo que tal vez le llevaba a asumir más riesgos de los recomendables en la siguiente prueba, Finnskogen-2, saliéndose ligeramente y dejándose 10” con su oponente. Ahí terminaba todo, porque quedaba ya únicamente por disputarse la superespecial, Torsby, y todo apuntaba a que en sus 19,26 km no habría sorpresas en cabeza.

 

Por su parte, Mads Ostberg (Ford Fiesta WRC) y Jari-Matti Latvala (Volkswagen Polo WRC) iniciaban la mañana separados por solo 6”1 y completamente determinados a pelear fuerte por el tercer puesto. Latvala accedía, por fin, a ablandar los reglajes de su coche y configurarlo como el de Ogier, a todas luces con el set-up idóneo, admitiendo que su estilo y forma de reglar el coche tal vez estaba más reñido con la eficacia de lo que él mismo se creía. Tras calcar prácticamente sus tiempos, décima arriba, décima abajo, en los cuatro primeros tramos de la mañana, en la segunda pasada por la especial de Noruega, Finnskogen, Ostberg daba una ligera vuelta de tuerca y batía a Latvala por 3,3 segundos, distanciándose en la general por 8”3. Agobiado por ver a su compañero Ogier dominar con mano dura en un terreno que teóricamente le era muy favorable, Latvala seguía dejándose tiempo en muchos sitios, más por forzar la máquina más allá de sus propios límites que por otra cosa.

 

La segunda pasada al apartentemente intranscendente Kirkener, muy resbaladiza, causaba estragos entre algunos otros de los favoritos. Entre ellos, el principal damnificado era Dani Sordo, que se salía de al pista y quedaba atrapado en un talud de nieve, con la mala suerte de que debajo había una gran piedra, que le causaba daños irreparables en el tren delantero a su Citroën DS3 WRC. Lástima, porque a esas alturas era ya octavo, tras superar a Martin Prokop y después de la abultada penalización (27’) por avería de Henning Solberg. Y podía haber subido aún un puesto, de no sucumbir en el percance, ya que Novikov también volcaba en ese tramo y, aunque lograba continuar, se hundía en la novena plaza.

 

En ese contexto, la Power Stage aparecía como la única oportunidad que tenían algunos, como Hirvonen, para sumar algún punto, lo que llevaba al finlandés a penalizar 19 minutos a la salida de la última asistencia para ubicarse por detrás de Ogier en el orden de salida. Pero de poco le servía, ya que Ogier se destabapa con un nuevo triufo parcial, por delante de Latvala y Ostberg, enzarzados en el último pulso por el tercer puesto. Para ellos eran, respectivamente, los tres, dos y un puntos de ese tramo, y para Hirvonen el estéril consuelo del cuarto puesto, por delante de Loeb.

 

El podio quedaba, pues, configurado con tres marcas diferentes, pero con Volkswagen en lo más alto, haciendo Sébastien Ogier al convertirse en el segundo piloto no nórdico, tras Loeb en 2004, que gana aquí. En Volkswagen no podían estar más contentos por el buen trabajo y por la constatación de que su coche ha pasado de aspirante a referencia en el plazo de muy pocas semanas.

 

La próxima carrera del Campeonato del Mundo de Rallyes será el Rallye de México, del 7 al 10 de marzo.

 

Clasificación final

1. Ogier / Ingrassia (VW Polo R WRC) 3h11’41.9
2. Loeb / Elena (Citroën DS3 WRC) 41.8
3.
Ostberg / Andersson (Ford Fiesta WRC) 1’24.5
4. Latvala / Anttila (VW Polo R WRC) 1’30.6
5.
Novikov / Minor (Ford Fiesta WRC)  5’06.4
*Dani Sordo abandonó