Con la arena al cuello

Supongamos que nos encontramos en una situación difícil: nuestro todo terreno está empanzado en la arena de la playa y tiene las cuatro ruedas en el aire. Para solucionar la papeleta con garantías de éxito, debemos buscar cualquier superficie rígida para apoyar el gato del vehículo (la tapa del maletero que cubre la rueda de repuesto en algunos todo terreno resulta perfecta). Cuando no se pueda hundir, levantaremos uno de los laterales del vehículo tanto como nos sea posible. Con la misma arena de la playa, rellenaremos los agujeros que han efectuado los neumáticos y las correspondientes roderas y, seguidamente, llevaremos a cabo la misma operación con el otro lateral, para tener las cuatro ruedas en contacto con el suelo y los bajos libres de arena. Por último, crearemos una superficie firme delante del todo terreno con las ramas, piedras y maderas que encontremos: así conseguiremos tomar algo de impulso y “salir del atolladero" sin eslingas ni cables.