La respuesta a la pregunta es clara, no. El nuevo Skoda Superb 1.6 TDI 120 CV Greenline es una versión eficiente de lo más especial, pero 4,3 l/100 km en ciclo urbano y 3,3 l/100 km en extraurbano, se alejan sin duda de la realidad. Eso sí, en este caso concreto los consumos reales obtenidos por el Centro Técnico tampoco se alejan en exceso de lo anunciado por la marca.
Este nuevo Skoda Superb 1.6 TDI 120 CV Greenline ha querido dejar claro en nuestros primeros días de pruebas que la economía es punta de lanza cuando, al acabar nuestro habitual recorrido por carretera de 199 kilómetros, el ordenador de a bordo arrojaba una cifra de sólo 4,1 l/100 km. Todavía, claro, quedaba verificar si el ordenador mentía o no, y en caso de hacerlo si era por exceso o por defecto. Pero lo más llamativo es que tras el recorrido, y al parar para medir el consumo, la berlina dejaba una autonomía de nada menos que 1.440 kilómetros, casi nada. Como es habitual, luego comprobamos que el ordenador de a bordo es un poco optimista… y fueron necesarios 8,570 litros para completar o, lo que es lo mismo, el consumo final registrado quedó en 4,31 l/100 km a una velocidad media de 98,17 km/h.
Puede por tanto que este consumo real no sea de récord, pero casi, casi, y más teniendo en cuenta la envergadura y el peso de un Skoda Superb Greenline que en nuestras básculas ha alcanzado los 1.549 kilogramos. Como referencia, el Volkswagen Passat Bluemotion, más ligero, se quedó en consumo real en 4,22 l/100 km.
Skoda Superb Greenline: primeras impresiones
En cuanto a motor, el Skoda Superb Greenline ofrece el mismo 1.6 TDI en versión de 120 CV de potencia presente en la gama de la berlina, pero con varias modificaciones para reducir el consumo: un spoiler en el portón trasero, la carrocería 1,5 centímetros más cerca del suelo (con esto el coeficiente aerodinámico pasa de 0.27 Cx a 0.26 Cx), desarrollos de cambio más largos con una sexta de 59,67 km/h cada 1.000 rpm, neumáticos de baja resistencia a la rodadura (en nuestra unidad, Continental ContiEcoContact 5) o un catalizador que necesita AdBlue.
En el apartado ya dinámico, este Skoda Superb Greenline no difiere mucho con respecto a sus hermanos de gama, pero debido a lo largo de sus desarrollos, es habitual cambiar entre 4ª y 6ª velocidad si el recorrido es un poco sinuoso o con desnivel importante, como es el caso de algunos tramos de nuestro recorrido de pruebas.
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