Para comenzar a analizar al nuevo Mazda 3 podemos decir que puedes tener un compacto de prestaciones más que decentes, alto agrado de uso y consumos comedidos sin necesidad de sucumbir, como en prácticamente el resto de opciones del mercado, al downsizing: es decir, a motores de gasolina ya de sólo 3 cilindros, muy baja cilindrada y sobrealimentados. Ejemplos son el Ford Focus 1.0 Ecoboost 125 CV o el Peugeot 1.2 pureTech 130 CV.
Y todo eso antes de que la marca japonesa de otro giro de tuerca a su tecnología Skyactiv, con la incorporación de un motor gasolina que dicen que funciona y gasta como un Diesel. En el enlace encontrarás su información. Desde aquí particularmente aplaudo que una marca, Mazda, siga su propio camino y su propio estilo, con coches que siguen trasmitiendo y mucho a su conductor, con tecnología vanguardista y sin necesidad de unos precios estratosféricos.
Centrándonos ya particularmente en este Mazda 3 Skyactiv-G, arrancamos con su peso en la báscula de nuestro Centro Técnico: 1.330 kg. El comportamiento del compacto de gasolina es muy efectivo, apoyado en unos neumáticos Michelin Pilot Sport 3 215/45 ZR 18. Es uno de los modelos más deportivos del segmento sin recurrir a siglas “racing”. La suspensión trabaja bien en los cambios de apoyo y el eje trasero multibrazo ayuda en los giros más cerrados, mostrándose muy neutro en curvas más rápidas. Y todo con un confort de marcha más que satisfactorio.
Su motor
El motor atmosférico Skyactiv-G de 2 litros de cilindrada y 120 CV de potencia (también disponible con 165 CV) ha rendido en el banco de potencia de AUTOPISTA 133,4 CV, demostrando estar en plena forma y dando una pista de que tal vez la diferencia entre las dos versiones mencionadas sea meramente electrónica. Empuja bien desde bajas revoluciones y sube de vueltas con decisión, solventando la mayoría de situaciones en 6ª velocidad. Sólo si el desnivel es pronunciado y nuestra pretensión es mantener firmemente la velocidad, habría que recurrir al cambio, excelente por tacto y recorridos, y bajar una o dos velocidades. Nada grave.
Otro dato a tener en cuenta y difícil de valorar o cuantificar por nuestra parte es que al carecer de sobrealimentación y ser un motor holgado por dimensiones, la durabilidad y fiabilidad, puede ser otro punto fuerte, así como en los costes de mantenimiento y revisiones.
Su consumo real
En cuanto a los consumos reales de este Mazda 3 Skyactiv-G, decir que se mantienen en un nivel más que aceptable: 5,63 l/100 km fue la media para el recorrido por carretera de 217 km totales. Teniendo en cuenta la configuración mecánica y el uso de la caja de cambios, es una cifra excelente; el ordenador marcó un poco más (5,8 l/100 km) y lo homologado en ciclo extraurbano es de 4,3 l/100 km…
Ya en el recorrido urbano, sus 7,18 l/100 km reales sorprenden menos, pero son más que aceptables dada la orografía y el tráfico de la capital madrileña. Eso sí, su sistema Stop/Start funcionan de maravilla por suavidad y rapidez, actuando de ancla para que los semáforos y retenciones no supongan más lastre. La marca homologa 6,5 l/100 en el ciclo urbano.