La vuelta de Porsche a la máxima categoría en el Mundial de Resistencia ha tenido una repercusión mediática impresionante (con Mark Webber como fichaje estrella) y sigue acaparando toda la atención de la comunidad automovilística. El Salón de Ginebra está siendo el escenario donde se está presentando en sociedad el 919 Hybrid, el coche con el que Porsche aspira a reverdecer viejos laureles. Y ha demostrado mucha osadía preparando su vuelta a la máxima categoría, cuando el reglamento para los LMP1 obliga a la utilización de mecánicas híbridas y enfrente se encontrará a dos gigantes en la materia y con algunos años de experiencia, como son Audi y Toyota.
Pero Porsche lleva trabajando muchos años en tecnología híbrida y, de hecho, la ha aplicado a muchos de sus coches de calle y a su último deportivo, el 918 Hybrid. Pero el 919 Hybrid es otra historia. Dentro del reglamento LMP1 existen 4 categorías en función de la capacidad de recuperación de energía, valor que limita el consumo de combustible por vuelta. Porsche ha apostado por la categoría técnicamente más difícil: ha desarrollado un híbrido muy eficiente que se asegura la máxima capacidad de recuperación de energía (dispone de dos sistemas independientes) y por tanto se obliga al mínimo consumo de combustible. Para ello, ha fabricado un "minúsculo" 2.0 V4 Turbo que rinde una potencia "de alrededor de 500 CV". Esta potencia se dirige a las ruedas traseras. En el eje delantero, el 919 Hybrid cuenta con un motor eléctrico que momentáneamente suma empuje y tracción en las salidas de las curvas. Este motor eléctrico es movido por la energía almacenada en una batería de iones de litio. Y la batería se recarga con este mismo motor, que en fases de frenada invierte su trabajo y opera como generador, y por un segundo generador, éste movido por los gases de escape.
La fibra de carbono es el material del chasis y de la carrocería, con lo que Porsche se ha asegurado cumplir con el nuevo límite de peso en LMP1 que el reglamento ha dejado para la temporada 2014 en 870 kilos, 30 menos que el años pasado. De acuerdo con el reglamento, el Porsche 919 Hybrid no debe exceder una longitud de 4.650 mm y una altura de 1.050 mm. Y la anchura debe estar entre 1.800 y 1.900 mm. Afinar la aerodinámica del 919 Hybrid ha llevado más de 2.000 horas de pruebas de túnel de viento y puede ser modificada para las diferentes características de cada circuito.
Porsche 911 RSR, bestia GT
Por su parte, la categoría GT prometer ser una liga monopolizada por los nuevos Porsche 911 RSR, sucesor de los 911 GT3 RSR que en manos de pilotos privados han ganado multitud de títulos nacionales e internacionales. Basado en la última generación 911 de calle con la batalla alargada, el 911 RSR ya se alzó con la victoria - y el segundo puesto- en las pasadas 24 Horas de Le Mans. Su motor bóxer de 6 cilindros de 4 litros rinde una potencia de 470 CV, que se dirigen a las ruedas traseras.
Porsche Motorsport ha preparado una nueva caja de cambios de 6 velocidades de manejo secuencial desde sendas levas ubicadas en el volante. Y se ha mejorado la suspensión delantera, abandonando el tradicional esquema McPherson, por un doble triángulo. El 911 RSR de esta temporada anuncia un centro de gravedad más bajo y para ello se ha recurrido a diversos materiales ligeros, como la fibra de carbono para muchas partes de la carrocería, como el policarbonato para ventanillas y parabrisas. Hasta se ha recurrido a una ligera batería de litio para reducir y mejorar el reparto de pesos.