Cuándo merece la pena contratar un coche de renting

Para un particular, contratar un coche de renting es una interesante opción si estás pensando comprarte un coche. Aunque está más pensado para las empresas.

Marina Gª del Castillo. Twitter: @MarinaAutopista

Cuándo merece la pena contratar un coche de renting
Cuándo merece la pena contratar un coche de renting

El renting es un alquiler a largo plazo que incluye una serie de servicios que la propietaria del vehículo está obligada a prestar durante el periodo de arrendamiento. Por ejemplo, las operaciones de mantenimiento, las reparaciones de las averías, el seguro y la asistencia en carretera. Las empresas utilizan bastante esta fórmula por sus ventajas fiscales. Pero también los particulares pueden contratar esta modalidad.

Si estás pensando en comprarte un coche, piensa realmente el uso que le vas a dar y echa números, porque no solo tendrás que desembolsar una gran cantidad de dinero en el momento de la compra, sino por todos los servicios que lleva aparejados. La modalidad de renting te lo pone fácil.

 

Ventajas de contratar un coche de renting

El mantenimiento del coche siempre estará al día. La empresa arrendadora se hará cargo del importe de las revisiones mecánicas del coche, del coste de la reparación de posibles averías, así como de los cambios de neumáticos que acuerdes con ellos.

El seguro está incluido en la cuota mensual. No tendrás que preocuparte del seguro, la cuota mensual ya incluya una parte proporcional del importe de la póliza, que estará gestionado en todo momento por la financiera o la compañía de renting.

Incluye otros servicios muy interesantes. Tendrás acceso a servicios exclusivos ofrecidos por tu compañía de renting, como menores tiempos de espera en los talleres concertados, cita previa, tarjetas de combustible a precios especiales o asistencia en carretera 24 horas al día.

Tres opciones al finalizar el contrato. Cambiar, quedártelo o devolverlo. Una vez que finalice el contrato con tu compañía podrás decidir entre cambiar el vehículo firmando un nuevo contrato, quedártelo en función de su valor en ese momento, o devolver el coche.

Un coche siempre de estreno. Al poder optar a una renovación del coche cada cierto tiempo, siempre disfrutarás de vehículos modernos, con lo último en seguridad y tecnología. Por lo general, estos vehículos vienen muy equipados.

Dispondrás de coche de sustitución. La financiera o la compañía de renting se hará cargo de los importes de cualquier reparación que tenga que efectuarse en el coche. En caso de avería o accidente, podrás disponer de un vehículo de sustitución durante todo el tiempo de inmovilización de su automóvil habitual.

 

Los inconvenientes de contratar un coche de renting

En ningún caso serás el propietario del vehículo. El coche pertenece a la empresa con la que hayas firmado el contrato. El coche no es tuyo.

Tienes que cumplir el contrato. No podrás cancelar el contrato. Independientemente de su duración, estarás obligado a cumplirlo, o a abonar una penalización por cancelación anticipada en función del tiempo restante de contrato.

Para hacer modificaciones, necesitas permiso. No podrás hacer ninguna modificación por tu cuenta en el coche. Si decidieses, por ejemplo, cambiar el equipo de sonido o tintar las lunas traseras, deberás pedir autorización a la financiera o a la compañía de renting. Serán ellos quienes te indiquen si los aceptan y en qué taller debes hacer los cambios. En todo caso, siempre deberás pagarlo tú.

Hay que llevar el coche siempre a un taller concertado. Las reparaciones que necesite el coche sólo podrás efectuarlas en aquellos talleres que te indique la compañía. A cambio, si no alcanzases el número de kilómetros acordado, te abonarán una compensación.

Incumplimiento de contrato. Si en algún momento incumples el acuerdo —por ejemplo, por impago—, la compañía de renting puede iniciar acciones legales en tu contra para reclamarte el pago de las cuotas pendientes, la devolución del vehículo e incluso una penalización por impago —establecida previamente en el contrato—.

No te pases con el kilometraje. Si sobrepasas el número de kilómetros recorridos establecidos al año, tendrás que hacer frente a una penalización, aunque si es por defecto tendrás también un abono de lo no realizado.

 

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