A efectos prácticos, tener un automóvil es lo mismo que ser propietario de cualquier otro bien: en un momento dado, éste es intercambiable por una cierta cantidad de dinero. Además de la tradicional venta, esa 'mutación' puede materializarse en un empeño, similar a los que seguro ya conoces, como el de joyas o antigüedades. Sin embargo, la principal diferencia entre unos y otros es que, en el caso de un vehículo, puedes seguir disfrutando de él, siempre que pagues religiosamente las cuotas mensuales.
¿Cuáles son las condiciones?
El empeño es un crédito prendatario: a cambio de recibir un bien mobiliario que queda depositado en la entidad que lo concede, en este caso el coche, el propietario recibe una cantidad monetaria. Cada entidad pone sus condiciones en cuanto al tipo de vehículo que acepta, modelo y antigüedad.
Además, el coche debe estar a nombre del solicitante, que tiene que ser el propietario exclusivo del coche. En el supuesto de que hubiese cargas o deudas sobre el automóvil, hay que comunicarlo con antelación a la empresa que concede el préstamo: puede que rechace la operación.
¿Qué tipo de empeños hay?
- Con custodia
Es el empeño estándar: el vehículo queda inmovilizado y custodiado por la empresa que concede el crédito durante el tiempo que se haya pactado. A cambio, el propietario recibe una cantidad económica. Para recuperar el coche, debe pagar lo que se haya estipulado previamente.
Con esta modalidad obtendrás más dinero, pero tendrás que prescindir del vehículo.
- Sin dejar el vehículo
El propietario recibe una cantidad por el coche, pero lo sigue utilizando. Debe pagar unas mensualidades a la empresa crediticia porque, en caso contrario, ésta se convertirá en la propietaria del automóvil.
Al no dejar el vehículo, no perderás movilidad, pero recibirás menos efectivo.
- Gestión de venta
La empresa adelanta al propietario una parte del dinero resultante de la futura venta del vehículo y se encarga de buscar un comprador.
Tendrás un adelanto de dinero, pero dependerás de la venta final.
- Compra del coche
El prestamista da un valor al vehículo y lo compra a su propietario.
La cantidad irá en función de la tasación, que no suele ser muy generosa.
¿Cuánto me van a dar por el coche?
Las valoraciones se hacen conforme a boletín oficial de compraventa de vehículos usados, como el de Ganvam. Como mucho, te van a ofrecer el 70 u 80 por ciento del valor del vehículo, aunque lo habitual es que el porcentaje esté entre un 50 y un 60 por ciento.
¿Qué cuota tendré que pagar?
Al formalizar un contrato de empeño, se establece la cantidad que recibirás y el tiempo para recuperar el coche. Obviamente, los intereses del dinero prestado aumentan el montante final que tendrás que devolver; si no lo haces en el plazo acordado, perderás el vehículo.
En el caso que hayas optado por un empeño sin dejar el vehículo, podrás seguir disfrutando de tu coche, pero tendrás que pagar una cuota mensual que incluye los intereses de ese crédito: para que te hagas una idea, es una especie de realquiler de tu propio automóvil.
¿Es mejor empeñar o pedir un crédito en un banco?
Si lo que necesitas es dinero en efectivo y con urgencia, empeñar el coche es la solución más rápida; los bancos son más estrictos a la hora de conceder créditos y tardan más tiempo en dar una respuesta.
Si puedes esperar, quizá un banco sea la mejor opción, ya que las condiciones financieras de las empresas de empeño suelen ser más elevadas.
¿Dónde empeñar el coche?
Con la crisis económica, han proliferado las compañías que conceden préstamos a cambio de un vehículo, tanto de procedencia particular como de empresas. Aquí tienes algunos ejemplos, por si tienes la necesidad:
