La asistencia en carretera al límite

Los transportistas de asistencia vuelven a denunciar su situación Según informó FENADISMER, la Asociación Empresarial de la Comunidad de Valenciana de Asistencia en Carretera, integrada esta federación, el sector del transporte de asistencia en carretera viene soportando en los últimos años una situación de permanente abuso e imposición de condiciones por sus clientes, las compañías aseguradoras. Un Juzgado de Elche ha condenado recientemente a un grupo empresarial por tener a sus trabajadores de asistencia en carretera, sometidos a jornadas de “10,5 horas de presencia en el lugar de trabajo y haciendo labores de conducción", más“otras 12 horas a total disponibilidad" para ser llamados y prestar servicios efectivos.

Transporte Mundial

La asistencia en carretera al límite
La asistencia en carretera al límite

Los transportistas de asistencia vuelven a denunciar su situación

Según informó FENADISMER, la Asociación Empresarial de la Comunidad de Valenciana de Asistencia en Carretera, integrada esta federación, el sector del transporte de asistencia en carretera viene soportando en los últimos años una situación de permanente abuso e imposición de condiciones por sus clientes, las compañías aseguradoras.

Un Juzgado de Elche ha condenado recientemente a un grupo empresarial por tener a sus trabajadores de asistencia en carretera, sometidos a jornadas de “10,5 horas de presencia en el lugar de trabajo y haciendo labores de conducción", más“otras 12 horas a total disponibilidad" para ser llamados y prestar servicios efectivos.

Por su parte, según señala AECVA, la mayoría de los empresarios del sector de asistencia en carretera se ven condicionados por presión de las Compañías de Seguros, lo que les obliga a organizar de esta forma el trabajo. Se señala que se establece una relación contractual con el gruísta y se fija su dependencia económica, tras una inversión personal para adaptarse a las necesidades del servicio, y amenazar con reducciones de los servicios si  no se accede a las pretensiones.

Además de un precio medio de los servicios muy bajo (20 €), los gruístas y pequeños empresarios denuncian la nula implicación y confianza de las aseguradoras con las empresas que ni siquiera garantizan un número mínimo de servicios, aunque se firme la disponibilidad del gruísta para la aseguradora.