No te engañes con Volkswagen, ni con los costes millonarios derivados del Diesel-gate: sus ventas en el mundo siguen estando en lo más alto y el potencial de investigación y productivo de Volkswagen sigue estando igual que antes del escándalo. Por otro lado, su equipo directivo ha sido barrido, de ahí están cambiando todas las estructuras... exactamente ese renacer de las cenizas que puede esperar una organización cuando el mercado del automóvil está en crisis existencial: ya no se trata de vender coches, se trata de vender movilidad... y más.
LG y Volkswagen, acuerdo de gigantes
Aquél acuerdo de Volkswagen con Suzuki terminó por disolverse. Cuando un gigante se asocia con un pequeño, es difícil que se traten de igual a igual y aquello se rompe. Ahora no, LG Electronics pertenece al chaebol de LG, el cuarto grupo empresarial coreano, más imbricados entre filiales que los grandes grupos japoneses que la Segunda Guerra Mundial disolvió, aunque conservando los nombres. LG Electronics y Volkswagen son dos gigantes, cada uno en un sector diferente, viendo posibilidades de entrar en un nuevo universo para cada uno de ellos, en ese siempre esperado 1 más 1 son 3. O acaban chocando a muerte o cambian por completo en mundo que conocemos crean un coloso.
VW busca la nube para su coche conectado
Esta "plataforma de servicios para el coche conectado" es solo la puerta de entrada, cogidos de la mano, al posible nuevo paradigma de la movilidad. LG es ya una de las empresas líderes en "casa conectada", pero la falta toda la parte que concierne a las dos horas diarias que se pasa en el coche de media un conductor occidental. En el otro lado, para VW es imprescindible esa "nube", ese almacenamiento y proceso de datos fuera de los ordenadores del coche, esos equipos informáticos del LG Cloud Center.
Es decir, tanto para uno como para otro es importante hacer del coche una extensión de la casa y viceversa: "la plataforma permitirá una amplia integración con los servicios de la casa inteligente y la adopción de tecnologías abiertas del internet de las cosas (IoT)", señala Volkswagen, mientras que LG pretende que sus soluciones de hogar, sencillas de usar, se integren en el coche y "revoluciones la manera con la que los conductores interactúan con sus vehículos". Es decir, que los próximos Volkswagen serán como una habitación más de tu casa, como el de muchos, "su" rincón.
Por tanto, esto no es sino uno más de los rápidos movimientos estratégicos que se están produciendo en el sector del automóvil. Recientemente Toyota anunció que creaba la empresa Toyota Connected, para recoger datos y analizarlos "en la nube" empleando tecnología de Microsoft. Se trata de lo mismo, quizá con palabras ligeramente diferentes, "servicios intuitivos, predictivos, contextuales... para el automovilista"..., pero "escapando de la tiranía de la tecnología", según el presidente de Toyota Connected, Zack Hicks.
Coches, tecnológicas y operadoras
En el caso de Volkswagen, todos los huevos no están en la misma cesta, porque VW al lanzar en 2012 su plataforma MQB fue el primero en introducir a Nvidia, fabricante de rapidísimos procesadores de videos para videojuegos, en el automóvil. Con ello parecía garantizarse imágenes realistas en sus pantallas y cuadro de instrumentos... pero también el acceso a un procesador de video en tiempo real en el que se basan prototipos de conducción autónoma como los de Audi. Sí, puedes imaginar que a la larga usarán la nube con LG para usar esas imágenes para crear mapas hiperdetallados en tiempo real de allá por donde rueden sus vehículos. Para eso compraron a Microsoft la empresa de cartografía Here (Volkswagen junto con Daimler y BMW), que pretendía vender esos datos analizados a administraciones, empresas de gas, telefonía, etc... haciendo de cada coche en la calle un equivalente al "street view" de Google. Sí, esto es especulación, pero en la competencia, Toyota sí lo ha dicho claramente, que los coches de sus usuarios les ayudarán a mejorar continuamente los datos de la cartografía. A través de Toyota Connected, le volverá información relevante al conductor. Algo que BMW lleva años cimentando con su ConnectedDrive. Pero ojo, que Subaru se asoció en abril a IBM -a IBM, pero usando el conocido superordenador Watson- para una solución en la nube del internet de las cosas, aplicada al automóvil y suministrando imágenes desde el coche a través su sistema EyeSight. Y ya sabrás que Subaru es una marca en la órbita de Toyota.
En estos movimientos sin fin de toma de posiciones, BMW ha hecho oficial una asociación con el fabricante de procesadores Intel (y de antivirus, a través de su filial McAfee, por si sirve de pista) y con Mobileye (la empresa israelí especialista en reconocimiento por video). Lo interesante es que Intel entre con BMW, porque Mobileye, que llegó al sector del automóvil con Volvo, ya había firmado en enero acuerdos con Volkswagen.
La idea final anunciada es el coche autónomo, pero con la cantidad de campos que cubre un automóvil... A finales de 2015 se formalizó el acuerdo entre BMW y Samsung, para desarrollar un asistente inteligente en el coche (Samsung tiene S-Voice en sus teléfonos). Desde entonces el Samsung SmartThing permite manejar toda la casa inteligente desde cualquier BMW equipado con ConnectedDrive y fabricado a partir de 2013. El reconocimiento de voz corre a cargo de Nuance, la empresa que lleva años con Mercedes para esas tareas. Y ya que estamos con Mercedes, hay que decir estos usan los servicios en la nube de IBM para sus coches de uso compartido Car2go... un tipo de movilidad al que todos los fabricantes, de una u otra manera, están obligados a entender y a cuidar, aunque solo sea por el adagio "mantente cerca de tus amigos y aún más cerca de tus enemigos..."). Las sacudidas no paran y los gigantes siguen fagocitando talento, solo esta semana Google ha anunciado haberse hecho con la empresa francesa de "supersónico" reconocimiento de imágenes Moodstocks.
Volkswagen se digitaliza... y electrifica
Volkswagen dice en su comunicado oficial con LG que quiere digitalizar cada una de sus marcas para enfocarla en sus clientes, "para los que confort, seguridad y eficiencia energética juegan un rol principal". El prototipo e-Budd En la entrega de los premios de electroquímica en la universidad americana de Stanford a finales de 2014 el antiguo presidente de VW anunciaba que estaban seguros de que sus tecnologías motrices eran "tan eficientes y económicas como fuera posible". La contaminación no entraba en la frase, que normalmente choca con las otras dos cualidades, pero ahí se daba por hecho por tratarse de un entorno eléctrico. Y aquí entra otra de las lecturas posibles de la noticia. Este anuncio de asociación de Volkswagen y LG Electronics no significa necesariamente ningún compromiso con LG Chem, la fabricante de celdas de iones de litio para baterías. Sin embargo, no es difícil imaginar que Volkswagen intente garantizarse un suministro ventajoso de batería para la anunciada transición al coche eléctrico, precisamente con de esas baterías que Carlos Ghosn (máximo dirigente de Renault-Nissan) declaró que consideraba "las mejores del mercado". Sería tan lógico como la mencionado ampliación del acuerdo de BMW con Samsung (que le suministra baterías), al SmartThing para conectar coche y casa. LG tendría el volumen de producción garantizado de una marca como Volkswagen decidida a una transición drástica al eléctrico, tras declarar en junio que antes de 2025 el grupo VW habrá vendido tres millones de coches eléctricos y eso necesita 150 gigavatios-hora de capacidad producidas.
Dado que la batería significa entre el 20 y el 30 por ciento del valor añadido de un coche eléctrico, VW quiere "examinar todas las opciones estratégicas de desarrollo tecnológico de baterías como una nueva competencia básica de VW", decía el actual presidente, Matthias Müller. Lo que, tomado literalmente, no permite descartar un entente con LG. La última vez que vimos a quien fue responsable de los coches eléctricos de Volkswagen (del desarrollo del VW e-Up y del VW e-Golf, por ejemplo), Rudolf Krebs, nos contaba que "estamos contratando talento para entender la química de las baterías, no porque vayamos a entrar directamente en fabricar las celdas, sino para conocer los desarrollos que nos ofrecerán". Se refería, sin duda, a las baterías de litio de estado sólido, de las que se esperan 1.000 Wh/litro (700 km de autonomía), frente a las convencionales de litio de 260 Wh/l (para unos 200 km de autonomía) o las ya inminentes de 380 Wh/litro. La aproximación entre Volkswagen y LG parece tener unas bases sólidas, el clásico "ganar-ganar" que sale adelante.
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