Atención, porque el gigante Toyota ha cambiado de rumbo y apunta en serio hacia el coche eléctrico. Hace casi un año anunció la creación de una "start-up" con los socios de su esfera habitual (Toyota Industries, Denso y Aisin) para estudiar el coche eléctrico. Ahora el proyecto entra en una nueva dimensión, asociándose con Denso y Mazda (con quien recientemente había firmado un acuerdo de colaboración técnica) en una empresa conjunta, que busca ya asegurar procesos de desarrollo eficientes y aprovechar fábricas ya existentes en la creación de eléctricos atractivos, desde minicoches a turismos, SUV o 4x4.
Toyota aportará el 90 por ciento del capital en esta empresa conjunta que desarrollará "tecnologías estructurales básicas para vehículos eléctricos, que cubrirán un amplio rango de segmentos y tipologías de vehículos", dice el comunicado oficial.
Bajo la denominación EV C.A. Spirit Co., la nueva empresa deberá asegurar la rápida respuesta a las últimas tendencias de mercado, que parecen focalizarse en el vehículo eléctrico. Si Toyota aportará su plataforma TNGA (sobre la que se han elaborado el Toyota C-HR y Toyota Prius), Denso aportará las tecnologías electrónicas y Mazda sus conocimientos en desarrollo por ordenador y en planificación de producto.
Pragmatismo eléctrico en Toyota
Toyota ya había anunciado el lanzamiento de su coche eléctrico, en un formato de coche urbano, única utilización en la cual las ventajas del coche puramente eléctrico compensarían otros puntos débiles. Hay que recordar que Toyota tiene un plan de total desconexión de las energías fósiles antes de 2050.
Ahora, más allá de todos los informes que señalan las dificultades y muchos puntos oscuros para que la movilidad se convierta a la electricidad en todos los segmentos y en los distintos mercados del mundo, Toyota ha decidido no perder el paso en el coche eléctrico. El objetivo último es, según la nota de prensa, "crear vehículos eléctricos atractivos, con identidades únicas de cada marca y evitar que el vehículo eléctrico se convierta en una "commodity"" (es decir, simple mercancía genérica).
El proyecto conjunto de Toyota, Mazda y Denso parece ir en serio cuando el encargo consiste en investigar las características y funciones que definirán un vehículo eléctrico óptimo, sus componentes individuales, su instalación en un vehículo y la validación de los distintos tipos de vehículos que se conciban.
Si bien los recursos que se dedicarán a la investigación las tres compañías serán a partes iguales, los fondos aportados por Toyota dejan claro que el gigante lleva la batuta. Colocando la empresa está fuera de la estructura central de Toyota, se aseguran dotarla de la agilidad necesaria y de sin ataduras en las decisiones.
¿Apadrinando la industria japonesa?
Hasta antes de ayer Toyota confiaba en que sus coches híbridos eran la panacea para la movilidad actual y a corto plazo. Siguen manteniendo que el largo plazo estará cubierto por el también híbrido -funcionando con hidrógeno- de pila de combustible, como su actual Toyota Mirai. El eléctrico viene a completar la panoplia de productos en la transición a la movilidad neutra en CO2.
El tiempo dirá si esta maniobra de Toyota trata de ayudar a una empresa pequeña como Mazda a no perder el tren del mercado, como también se asoció con Suzuki en materia tecnológica (no es posible acometer ante tanta incertidumbre en movilidad todas las tecnologías existentes, cuando alguna morirá).