A quién no le ha pasado llegar a un cruce por la noche y tener que esperar un rato a que la luz del semáforo se ponga verde sin que circule ningún otro vehículo en el otro sentido. Pues bien, en una ciudad al sur de Holanda, ´s-Hertogenbosch, han decidido aplicar la última tecnología para solucionar este problema. Recurriendo a unos complicados algoritmos, el sistema mide la velocidad y la dirección de cada usuario que llega a un semáforo y un ordenador se encarga de mezclar toda la información para asegurarse que el tráfico es fluido lo más rápido posible, con apenas cuatro segundos de luz verde o un poco más si es necesario. Es decir, que si un coche llega a un cruce y el semáforo está en rojo, puede ponerse inmediatamente en verde si las condiciones de la vía lo permiten, es decir, no circula ningún vehículo en otro sentido.
Según uno de los expertos de esta tecnología, “si el sistema de medición de la velocidad ha funcionado bien, es posible dar a un vehículo 3,2 segundos extra en lugar de 4 segundos. Estas 8 décimas de diferencia se pueden dar a los demás usuarios de la carretera. Un vehículo de motor necesita unos dos segundos para arrancar y despejar un cruce. Si tengo que prolongar un ciclo con dos segundos, eso significa un vehículo menos atravesando la intersección. Imagina que el ciclo completo es de 60 segundos, eso significaría 60 coches menos en una hora. Esos dos segundos de más podrían formar un atasco de 300 ó 350 metros en sólo una hora.”
Una vez que un usuario ha atravesado la intersección, ya no puede ver la luz del semáforo, es decir, no tiene ni idea de que los colores están cambiando ya en ese mismo instante. De hecho, los únicos que pueden ver las señales en el otro lado son los peatones, que a menudo se confunden.
Las cifras avalan el éxito de esta iniciativa: menos de un uno por ciento de los vehículos a motor atraviesan un cruce con el semáforo en rojo, comparado con el dos por ciento del resto de Holanda. Todos los actores del tráfico están constantemente vigilados por cámaras, información que no se almacena por motivos de seguridad, pero que se guarda en una base de datos para proporcionar a los ingenieros toda la información que necesitan. En casos muy extremos, estas imágenes pueden ser llevadas ante un tribunal como prueba.
En Holanda hay aproximadamente 5.500 cruces señalizados con semáforos y se espera que 1.268 de ellos se modernicen con esta nueva tecnología a partir del año 2018.
También te puede interesar
Semáforos en el suelo para peatones distraídos con el móvil
Semáforos inteligentes con cámaras térmicas para las bicis