La llegada de los primeros smartphones junto con la tecnología 4G supuso un aumento extraordinario en el tráfico de datos. Pero ya se empieza a hablar de la tecnología 5G, o lo que es lo mismo, una velocidad de transmisión de datos 250 veces más rápida que el 4G. Es evidente que con este panorama asomando, las nuevas redes móviles tendrán que soportar un volumen de tráfico datos infinitamente mayor. Para hacer frente a este aluvión, se tendrán que multiplicar el número de antenas. Traducido a cifras, si un operador tiene ahora en España una media de 20.000 antenas, es probable que en el futuro este número supere las 100.000.
Con la principal muestra de telefonía móvil a la vuelta de la esquina, el Mobile World Congress de Barcelona, Vodafone ha dado uno de los primeros pasos. El grupo británico mostrará en su stand un coche BMW reconvertido en red móvil. La idea es que cada coche se convierta en una antena de telefonía móvil para reforzar la cobertura allí donde esté aparcado. Y como hay coches por todas partes, es evidente las ventajas que encierra esta idea. Para esta andadura, Vodafone y BMW están trabajando con la operadora americana Sprint, la japonesa Softbank y el fabricante chino de telecomunicaciones Huawei.
El equipo electrónico está más protegido en un coche que en la fachada de cualquier edificio y no necesita alimentación eléctrica ya que la batería del coche puede alimentar la antena durante el tiempo que va a estar encendida, que no va a ser siempre. También el coste que implica es asumible, cerca de los 500 euros, que se podrá reducir en el momento en el que esta tecnología se estandarice y se instale de serie en los nuevos modelos de coches. De esta forma, además, Vodafone o la operadora de turno podrán encender y apagar a voluntad las antenas en una determinada zona para aumentar la cobertura en momentos de pico de tráfico de datos.
Lo que todavía no está claro es cómo se va a repartir el pastel de los beneficios entre los operadores móviles, los fabricantes de coches y el dueño del mismo. Lo que es evidente es que este último, el propietario del coche tendrá una mejor cobertura dentro de su propio coche.
En el Mobile World Congress de Barcelona de 2015, el grupo BMW ya presentó un proyecto de investigación que tenía como objetivo mejorar la recepción móvil en los vehículos. Éste consistía en instalar en el coche una mini estación celular base para ofrecer una conectividad mejorada.
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