Gran parte de la puesta a punto del último Camaro Z/28 se ha realizado en Nürburgring, un exigente trazado en el que todo deportivo que se precie debe demostrar su valía. En este circuito de montaña hay algunos puntos donde, debido a los acusados cambios de rasante, las ruedas pueden perder el contacto con el suelo durante unos instantes. Para los conductores que valoren la seguridad que proporciona el control de tracción, Chevrolet ha desarrollado una función que minimiza su actuación para no restar potencia en dicha circunstancia, y poder así realizar mejores tiempos en el mítico "infierno verde" sin renunciar a la tranquilidad que proporcionan las ayudas electrónicas.
La nueva función del control de tracción (Performance Traction Management) para saltos se denomina "Flying Car Mode". Unos sensores en el tren delantero detectan cuándo el coche se levanta del suelo o está a punto de hacerlo, e inmediatamente se desactiva temporalmente el control de tracción para que, al aterrizar, las ruedas traseras sigan transmitiendo toda la potencia al suelo sin interrupción. Según sus responsables, esto permite rebajar el tiempo por vuelta en Nürburgring en 5 segundos. En los siguientes vídeos puedes ver la función "Flying Car Mode" en acción, y cómo el Camaro Z/28 ha registrado unos notables 7:37,47 en condiciones parcialmente lluviosas en la legendaria pista alemana.
Recordemos que, además de esta novedosa función, el Chevrolet Camaro Z/28 monta un motor V8 de 7 litros "small-block", con 511 CV (SAE) y 66,5 mkg de par máximo. Sus válvulas de admisión y bielas son de titanio, y es el primer Camaro de producción con lubricación por cárter seco.
Otra de sus características es un centro de gravedad 33 mm más bajo que en otros Camaro menos deportivos, así como profundas modificaciones aerodinámicas y más de 190 componentes nuevos. Entre ellos, descomunales neumáticos de la medida 305/30 ZR19 en las cuatro ruedas, siendo los delanteros los más anchos montados en un automóvil de producción. Consigue con ello una aceleración lateral de hasta 1,08 g.
En cuanto a los frenos, equipa de serie Brembo de tipo carbocerámicos, capaces de lograr una deceleración de 1,5 g, y de reducir el peso del conjunto en 9,6 kg. Según sus responsables, a la hora de contener el peso se ha prescindido de todo lo que no le hiciera ser más rápido o fuera obligatorio por ley. Por tanto, el aire acondicionado es opcional, para ahorrar 12,9 kg, a lo que hay que sumar otras medidas como eliminar los acabados en tela del maletero (2,7 kg), el kit reparapinchazos (2,7 kg), las alfombrillas (1,8 kg), parte del material fonoabsorbente (4,6 kg), así como el empleo de asientos traseros más ligeros (4,7 kg), luna trasera 0,3 mm más fina (400 g), llantas específicas (8,7 kg) y neumáticos de nueva generación (13,2 kg). Con todo esto, y a pesar de sus 1.733 kg en la báscula, no es de extrañar que el coche vuele en los cambios de rasante.