El Salón del Automóvil de Ginebra es el lugar elegido para que veamos la última renovación del Toyota Aygo. Tras su lanzamiento en 2014, el pequeño utilitario de Toyota se ha hecho un hueco gracias a una estética arriesgada, con su característica X en el frontal, y motores contenidos que lo hacen perfecto para la ciudad.
Cuatro años después, el Toyota Aygo abandona el dibujo de la X y lo incorpora a la carrocería en su nuevo frontal. Podemos decir que hasta ahora, el dibujo de la X tenía un uso literal y que a partir de ahora adquirirá una imagen metafórica, más integrada en la estructura del vehículo. Junto a este cambio, se añaden luces diurnas y se rediseñan los grupos ópticos con tecnología LED, que también se incorpora a las ópticas traseras.
Mientras que en el exterior los cambios son perfectamente reconocibles, e incluso se han añadido dos nuevos colores a la carrocería con llantas específicas incorporadas de 15 pulgadas, en el interior la renovación es mínima, centrándose en una nueva interfaz con más efectos tridimensionales en la pantalla, un rediseño de la iluminación interior y nuevos colores y texturas para la tapicería interior.
Toyota Aygo 2018, soluciones técnicas
Si decíamos que los cambios exteriores del Toyota Aygo son claramente reconocibles, bajo el capó, la marca ha preferido ahondar en mejoras dentro de las mecánicas que ya se montan en el modelo actual. Así, el tricilíndrico de 998cc es ahora más eficiente gracias a un nuevo sistema doble de inyección de combustible, una mayor relación de compresión y nuevos componentes que han reducido las fricciones interiores, con la consiguiente minimización de las vibraciones. La suma total ha generado un motor con mayor par motor a bajas revoluciones y un aumento en la potencia del mismo, alcanzando los 72 CV.
A ello se añade que en algunos mercados, aún por detallar, el Toyota Aygo se ofrecerá en versiones estándar y ECO. En ésta última, la cuarta y quinta marcha se han alargado y se incluyen neumáticos de baja resistencia a la rodadura, que junto al sistema Start&Stop consigue bajar el consumo de 4,1 litros a 3,9 litros cada 100 kilómetros.
Por último, a la hora de circular se podrán percibir mejoras en la dirección, más directa, y suspensiones un poco más duras que disminuyen el balanceo del coche. En materia de seguridad, estará dotado con frenada de emergencia, hasta 80 km/h, y avisador de cambio involuntario de carril.
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