La novedad principal de Skoda en el Salón de Ginebra 2018 corresponde al prototipo Vision X. Este SUV futurista es el antecedente del SUV pequeño previsto para 2019, y el aspecto exterior que vemos (exceptuando las enormes ruedas de 20”) es muy próximo a la versión de serie del “primo” del Seat Arona y VW T-Cross; lo que ilustra una conveniente diferenciación estética respecto a ellos.
Las dimensiones exteriores anunciadas para el Skoda Vision X son de 4,25 m de longitud, por 1,80 m de ancho y 1,50 m de alto. El Vision X también anuncia un nuevo camino de estilo de la marca que el diseñador Olivier Stefani define, entre otros rasgos, como inspirado en objetos de cristal de Bohemia y en el arte urbano. Los intermitentes delanteros secuenciales van por encima de los faros de tipo led, y el ‘power dome’ del capó se combina con la parrilla vítrea protuberante. Un detalle que podría pasar a la serie si la atractiva zaga del prototipo tiene aceptación popular, es sustituir el habitual logo trasero por la palabra ‘skoda’.
Skoda Vision X: híbrido con tres energías
El Skoda Vision X es, también, toda una declaración de intenciones respecto a posibles modalidades de impulsión que posibiliten las ambiciosas metas progresivamente obligatorias en materia de emisiones corporativas de CO2. El Vision X, con motor térmico 1.5 (130 CV) de gasolina y gas natural comprimido GNC, dispone de implantación eléctrica (batería) de 48 voltios, lo que posibilita la micro-hibridación de un alternador/motor de arranque delantero que transmite su impulsión por correa.
La transmisión delantera del Skoda Vision X incluye un cambio automático DSG. Y los dos depósitos de CNG, atrás del todo y bajo los asientos traseros, totalizan 14,4 kg de gas. Su autonomía total se calcula en unos 650 km. En el eje trasero, dispone de un motor eléctrico de 20 kW (27 CV) que equipa su propia transmisión con desmultiplicación automática, lo que multiplica la fuerza de impulsión de su par de 70 Nm. Este motor, además de mover el coche desde parado y, si conviene, colaborar en la aceleración máxima (en formato 4x4), también recupera energía eléctrica en retenciones, como todo híbrido que se precie.
Según las primeras informaciones, el Skoda Vision X podría acelerar de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, con una velocidad máxima de 200 km/h. Las pequeñas baterías de iones de litio permiten una autonomía de 2 km en modo eléctrico puro. Pero la moderación de emisiones (y de coste de su limpio combustible) la pone su funcionamiento híbrido al uso, especialmente en ciudad. Sus emisiones medias de CO2 se calculan en unos 89 g/km.
Skoda Superb híbrido plug-in, en 2019
Las nuevas y eficientes apuestas de Skoda en el futuro también quedarán plasmadas con un prometedor Superb híbrido enchufable en 2019, con motor térmico de gasolina -será el primer Skoda de esta modalidad-, una punta de iceberg que antecederá al primer eléctrico puro, ya con baterías de 80 kW/h de capacidad que auguran autonomías de unos 500 km. Sus emisiones de homologación podrían ser de 31 g/km de CO2.