Las berlinas medias son uno de los productos más vendidos para BMW y Mercedes, de ahí que pongan en ellas todos sus conocimientos y no escatimen a la hora de ofrecer el mejor producto posible. Eso es algo que se aprecia tras probar estos nuevos BMW Serie 3 y Mercedes Clase C de esta comparativa, en los que encuentras dos auténticos cochazos tanto por calidad, como por resultado o por la satisfacción que transmiten, al margen de la pasión que supone tener un modelo de cualquiera de las dos marcas. Eso sí, ya sabes que todo tiene un precio y en este caso es caro y más teniendo en cuenta la calidad que ofrecen las marcas generalistas actuales. ¿Merece entonces la pena gastar más en estas berlinas premium? Personalmente, creo que sí; pero, claro, a la hora de pagar la diferencia todo siempre se vuelve en contra.
El BMW Serie 3 es un 320d con cambio automático Steptronic. Emplea un motor Diesel de cuatro cilindros de 2 litros y 190 CV que me parece excelente por su tacto y sus prestaciones. La caja de cambios es la ZF de 8 velocidades con embrague tipo convertidor de par. La versión del Mercedes Clase C es un C 220 d, con el motor de idéntica configuración que el BMW (4 cilindros, inyección directa a través de raíl común y turbo de geometría variable), pero con 2,2 litros de cilindrada, el aditivo AdBlue y la caja de cambios de 7 velocidades. El clase C es 20 caballos menos potente que su rival según datos técnicos (homologa 170 CV)… aunque en las mediciones de nuestro Centro Técnico estas unidades probadas casi han calcado la potencia: uno por 16 CV de exceso (el Clase C) y el otro por dar 6 CV menos (el Serie 3).
En estas condiciones, hemos podido obtener por tanto un nivel prestacional similar y tanto el BMW 320d como el Mercedes C 220 d son rapidísimos. Alcanzar los 100 km/h en menos de 8 segundos o hacer el kilómetro desde parado en menos de 30 segundos en berlinas de este tamaño (superan holgadamente los 4,60 metros) me parecen excelentes registros. En cualquier caso, el BMW siempre es algo más rápido, aunque la diferencia es de apenas décimas. Con estas prestaciones de GTI ambos logran un consumo medio real que se puede calificar de bueno en el BMW (4,8 l/100 km en carretera y 7,1 l/100 km en ciudad) y de extraordinario en el Mercedes. (4,4 l/100 km y 5,9 l/100 km, respectivamente).
BMW 320d vs Mercedes C 220 d: comportamiento
A pesar de esas diferencias, el resultado mecánico no lo veo determinante como para decantarse por uno o por otro, puesto que los dos están a un nivel muy alto. El Mercedes C 220 d suena un poco más a Diesel en frío y, al igual que su rival, apenas transmite vibraciones mecánicas al interior. Los cambios de marcha los hacen los dos de manera confortable y efectiva. Viendo el resultado final, tampoco veo mejor la caja de siete marchas de Mercedes respecto a la de ocho de BMW, ni viceversa: ambas admiten un modo manual que, al final, usarás pocas veces.
En el comportamiento sí encuentro diferencias destacables. Los dos se comportan bien y de forma segura y es bueno el compromiso entre el confort y la efectividad. El BMW 320d tiene una puesta a punto para mi gusto más equilibrada en cualquier situación, mientras que el Mercedes C 220 d apuesta por algo más de dinamismo: es el mundo al revés… a lo que estas marcas nos tenían no hace mucho acostumbrados. Algo tiene que ver la monta de neumáticos de estas unidades, tanto por sus especificaciones como por el tamaño. Si tengo que elegir, me quedo con las ruedas del BMW que, además de no ser opcionales como las de su rival (también las ofrece), son más pequeñas (225/45 R18) y tienen idéntica medida delante y detrás, puesto que el Mercedes Clase C montaba unas 225/40 delante y 245/40 detrás, también en llanta de 18 pulgadas: no se necesitan.
En general, siendo el Mercedes Clase C un gran coche, mejor me quedo con el equilibrio del BMW Serie 3. Otra cosa sería sacarlos de su entorno e ir a por el mejor tiempo en un tramo. Ahí elegiría el Mercedes por sus sensaciones, pero estos coches no son para eso. El Mercedes marca más la entrada en la curva y lo sientes más en las manos, con un tren delantero que va por donde le dices, lo que implica que la trasera, sin ayudas, tiende a soltarse con mayor facilidad. El BMW subvira más, también sin ayudas, siendo mucho más fácil de conducir y también más efectivo que su rival. En cualquier caso, y con todas las ayudas conectadas, ambos transmiten una exquisita calidad de rodadura digna de berlinas de clases superiores.
BMW 320d vs Mercedes C 220 d: calidad interior
Los BMW 320d Automático y Mercedes C 220 d 7G Tronic Plus tienen una gran virtud, que eso sí se puede volver en su contra a la hora del precio. Disponen de todo tipo de extras en una larga lista con la que casi te puedes hacer el coche a tu gusto. Los hay estéticos para darles un aspecto más serio o deportivo, especialmente esto último con los conjuntos de opciones M (BMW) y AMG (Mercedes). También hay extras funcionales, de seguridad o de confort, con lo que el precio final del coche se incrementa y es aquí donde la diferencia con los generalistas se abulta.
La calidad general de ambas berlinas es muy buena y no he encontrado ningún defecto reseñable o fallo de ergonomía. Puede que no te guste la pantalla central “postiza” del Mercedes Clase C y prefieras la del BMW Serie 3, más integrada, pero en el fondo la calidad de la información o funcionamiento son tan buenos en uno como en el otro. Me parece también algo más intuitiva la navegación por los menús del BMW, pero hay quien dice incluso lo contrario, así que esto mejor compruébalo tú en el concesionario a ver qué te parece.
BMW 320d vs Mercedes C 220 d: diferencias de espacio
Hasta ahora hemos visto que casi todo lo hacen bien y que más que diferencias han existido matices, cada uno en su estilo. Sin embargo, con el metro en la mano aparece el punto que más los separa, y quizás este sea el aspecto que te haga inclinarte por uno u otro: el espacio interior. Éste es correcto en el Mercedes Clase C y mucho mejor en el BMW Serie 3. Delante irás cómodo en los dos y te sentirás integrado en la conducción con buenos asientos y disposición de mandos. Detrás es donde el BMW tiene más espacio en todas las cotas. Es más ancho y ofrece mayor espacio para las piernas de los ocupantes.
El Mercedes Clase C se asemeja así más a su otro eterno rival, el Audi A4, con el que comparte dimensiones en estas plazas. Dos adultos irán cómodos en los dos, pero algo más holgados en el BMW Serie 3. En el maletero sólo hay 5 litros de diferencia entre los dos a favor del BMW Serie 3 (445 litros verificados frente a 440 litros), detalle que se aprecia a la hora de cargar objetos grandes, puesto que es más ancho. Aquí, el Audi A4 sí que gana a ambos en 30 litros, volumen disponible que todavía se nota más.
De precio base, y con los cambios automáticos, los dos pasan la elevada barrera psicológica de los 40.000 euros. El Mercedes C 220 d es 2.400 € más caro, diferencia con la que en el BMW 320d Automático se paga, por ejemplo, la caja de cambios: el manual cuesta 37.900 euros.
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