Los primeros Humvee se entregaron al gobierno de los Estados Unidos en 1985 y durante todo este tiempo han servido en todas las acciones militares en las que ha participado Estados Unidos. Pero los tiempos cambian, también el armamento, y para garantizar una mejor protección y blindaje, el Humvee ya tiene reemplazo. Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos acaban de conceder un contrato de 6.700 millones de dólares a la empresa Oshkosh para la producción del carro de combate del futuro hasta 2022, lo que supondrá 17.000 unidades. Es sólo el primer paso, ya que la idea es ampliarlo hasta el año 2040, elevando la cifra a 30.000 millones de dólares y más de 50.000 unidades. Su nombre es Oshkosh JLTV y cada “bestia” cuesta 400.000 dólares.
Los Humvee se han mostrado vulnerables estos últimos años, sobre todo frente a minas terrestres y artefactos de fabricación casera. La empresa estadounidense Oshkosh garantiza que el JLTV (Joint Light Tactical Vehicle) es capaz de resistir disparos de tanques ligeros y protección frente a minas. Para ello, está dotado de lo que han denominado 1080 Core Protection, una estructura en forma de V que disipa la onda expansiva de un explosivo situado en los bajos del vehículo. Además, este Oshkosh JLTV lleva un blindaje permanente en lugares de difícil acceso, y otro fácilmente desmontable en zonas más accesibles. Pero el Oshkosh JLTV no sólo está blindado frente a armamento enemigo, también dispone de su propio arsenal en el que no faltan ametralladoras, armas de calibre medio o bombas de humo, entre otras. Y todo manteniendo intactas sus capacidades por encima de 3.600 metros sobre el nivel del mar y con temperaturas extremas, desde -40º hasta 52º centígrados.
Mide más de seis metros y su altura y anchura superan de largo los dos metros. Aún con todo, tiene cabida en las bodegas de un avión Hercules C-130 y puede ser arrastrado por un helicóptero de carga, requisitos imprescindibles para este tipo de vehículos militares. Pesa 6.400 kg y es capaz de cargar con 2.300 kg adicionales. Monta un motor turbodiésel de origen General Motors, basado en el conocido 6.6 V8 Duramax que equipan las Chevrolet Silverado Heavy Duty, asociado a una caja automática con reductora. Desarrolla una potencia de 300 CV y un par motor de 81,6 mkg, lo que permite que alcance una velocidad máxima de 120 km/h. La suspensión independiente TAK-4i, regulable electrónicamente con un pulsador, tiene un recorrido de 508 mm en las cuatro ruedas.