¿Cómo serían los coches con ruedas diminutas?

¿Por qué? Es la única pregunta que se nos ha ocurrido al ver estos peculiares fotomontajes publicados por la web rusa Drive2.ru.

Texto: Carlos Cuesta

¿Cómo serían los coches con ruedas diminutas?
¿Cómo serían los coches con ruedas diminutas?

¿Nos estaremos volviendo locos? También se nos ha pasado por la cabeza, pero ver que hay gente con una combinación de tiempo libre, dominio de Photoshop, creatividad y enajenación mental suficiente como para crear esto nos hace pensar que en esta redacción somos bastante normales.

El planteamiento es sencillo: recopilar unas cuantas imágenes oficiales de coches y ‘encoger’ sus ruedas hasta límites ridículos. Es algo que escapa a nuestro entendimiento. El resultado es bastante ridículo y bastante desconcertante. Y, sin embargo, no podemos dejar de mirarlo.

Es especialmente inquietante el aspecto de grandes SUV como el Audi Q7 o el Lexus RX. ¿Os los imagináis así en la realidad? No llegarían más allá de la primera esquina sin volcar.

Otros coches más pequeños que también figuran, como el Volkswagen Beetle, tienen un aspecto más digno. O mejor digamos menos indigno. Aunque seguimos pensando que sería inviable circular sobre esas ruedas cromadas de tamaño kart.

Un detalle sorprendente es que el autor de estas desconcertantes imágenes hizo, de algún modo, patria con ellas. Aparecieron publicadas en una página web rusa llamada Drive2.ru, y algunos de los coches que incluyó se fabrican, precisamente, en la tierra de los zares.

Es lo que sucede con el Kia Rio Sedán y el más reciente Lada Xray, un crossover de bajo coste con un diseño mucho mejor que el de otros modelos de Lada más antiguos y bastante "menos agraciados". Por su parte, el Toyota Camry es otro de los coches  que aparece con ruedas diminutas, tanto que pueden hasta servir como ruedines de bicicleta.

Otros modelos de Mercedes, BMW y Jaguar engrosan la lista de modelos con ruedas imposibles, pero la guinda del pastel la pone el imponente LaFerrari llantas y neumáticos, unidas, imaginamos, a microscópicos discos de freno de carbono y cerámica.

Nosotros seguimos insistiendo: ¿Por qué?

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