Los motores con sobrealimentación son pan de cada día en todas las gamas de coches en la actualidad, pero no siempre fue así. El turbo ayuda a las marcas automovilísticas a reducir los consumos de sus motores y, a un mismo tiempo, reducir las cilindradas sin tener por ello que ver afectadas las cifras de potencia y las prestaciones.
La sobrealimentación empezó a popularizarse en los años 80, pero en modelos muy específicos y, sobre todo, en coches más deportivos. Famoso es el ‘efecto turbo’ en algunos de aquellos coches cuyo motor entregaba con rabia su potencia y par desde bajas revoluciones. Coches, en algunos casos, incontrolables al pisar el acelerador, pero que dejaban una personalidad e imprenta propia sin igual.
Coches con motores turbo los ha habido, y muchos, y más aún en la actualidad. Nosotros hemos querido escoger 15 por su espectacularidad, ya sea por su diseño e imagen, por derrochar infinidad de caballos de potencia o por dejar marcado a una generación. ¿Con cuál te quedas?
Los coches turbo más espectaculares: marcas generalistas y premium
En esta selección no podíamos dejar pasar a modelos emblemáticos de marcas generalistas y premium, cuyos nombres forman ya parte de la historia del automóvil. Imposible no recordar el Audi Quattro y sus variantes de competición. En el caso de los coches de calle, fabricados entre 1980 y 1991, desarrollaban 203, 223 o 306 CV (esta última correspondiente a la versión Quattro Sport) de potencia gracias a la sobrealimentación. También alemán, el BMW 2002, precursor del Serie 3, anunciaba una potencia de 170 CV cuando se lanzó en 1973. Más actual es el Mercedes-AMG GT, que precisamente acaba de estrenar una versión ‘R’ con 585 CV de su motor 4.0 V8 biturbo.
Ford y Renault son dos marcas generalistas con modelos en particular en los años 80 que, gracias a sus modelos con turbo, hicieron historia. El Ford Sierra RS Cosworth se aprovechó para homologar las correspondientes versiones de rallyes. Su variante ‘normal’ con turbo desarrollaba 204, aunque el RS500 llegaba a los 224 CV con tracción 4x4. Y qué decir del Renault 5 GT Turbo… esta denominación, en la segunda generación del coche francés (‘Supercinco’), deparó un rabioso y pequeño coche con 115 CV (120 CV tras el restyling).
Desde Japón, te traemos estos tres coches: el Mazda RX-7, que en su origen montaba un motor rotativo de 1,2 litros y que, en su tercera generación, montó un motor biturbo que alcanzaba los 252 y 276 CV de potencia. El Nissan GT-R es, sin duda, uno de los superdeportivos más espectaculares del momento, con un motor 3.8 V6 biturbo que alcanza los 600 CV en su versión NISMO. Subaru, con su WRX STI, con motor 2.0 bóxer, alcanza los 300 CV. Y qué decir del Toyota Supra, uno de los deportivos japoneses más recordados y que nos dejó en 2002: de propulsión trasera, los motores turbo estuvieron presentes en la tercera generación (238 CV turbo) y en la cuarta generación (326 CV biturbo).
Los coches turbo más espectaculares: superdeportivos
En este apartado, recogemos seis vehículos fuera del alcance de la mayoría de mortales, sobre todo por las escandalosas cifras de sus precios (unos más que otros). Si decimos turbo, no podemos olvidarnos de la saga Porsche 911, que en su última generación entrega 540 CV (Turbo) y 580 CV (Turbo S), con motor 3.8 bóxer biturbo.
McLaren y Ferrari, presentes en la Fórmula 1 con las actuales mecánicas turbo, pueden presumir a su manera de dos modelos únicos. Más actual, el McLaren P1 desarrolla 727 CV procedentes de su motor V8 3.8 biturbo, a lo que habría que sumarles los 176 CV eléctricos. El memorable Ferrari F40, fabricado desde 1987 hasta 1992, montaba un motor V8 2.9 biturbo de 478 CV de potencia… inolvidable.
En otro planeta están estos tres: Bugatti Veyron, y sus múltiples versiones, con motor W16 y ¡4 turbos!, para potencias de más de 1.000 CV; Koenigsegg Agera R, con mecánica 5.0 V8 biturbo de 1.400 CV; y Pagani Huayra BC, con propulsor 6.0 V12 de 790 CV. ¡A volar!
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