El año no ha podido empezar mejor…
La verdad es que no. Ganar en Montecarlo fue una sensación increíble sobre todo por lo complicado de las condiciones en que se disputó la prueba este año, sobre todo viendo cómo estuvieron los dos últimos días, en los que tuvimos que remontar bajo una lluvia extrema y luego correr en el caos en que la nieve convirtió el Col del Turini. Todo el equipo hizo un trabajo fantástico.
Aún habrá más nieve en los tramos de Suecia. ¿Qué te parece ese rallye?
Es uno de mism favoritos de todo el campeonato. El año pasado conseguimos nuestra primera victoria allí después de una gran batalla con Sébastien Loeb. Fue probablemente la mejor actuación de mi carrera hasta la fecha. Tanto él como yo nos exigimos al límite durante y tuvimos que darlo todo en cada kilómetro. Al final valió la pena, ya que salimos de un desafío tan extremo ganadores.
¿Sientes más presión esta temporada como campeón del Mundo de la que tenías en 2013?
Más que presión, el sentimiento que me dominga en este momento es el de orgullo, porque nadie puede quitarnos ya el título que logramos el año pasado. El objetivo de este año es, obviamente, defender ese título. Volkswagen ganó diez de los trece rallyes de 2013 y eso será algo difícil de mejorar. Pero daremos lo mejor de nosotros mismos para intentarlo.
Volviendo la vista atrás al año pasado, ¿cuál fue el mejor y el peor momento para vosotros.
Lo mejor fue, sin duda, conseguir el título de campeones del Mundo en Francia y cruzar la meta del Power Stage pudiendo afirmar “lo hemos conseguido, somos los campeones del Mundo”. Fue un sueño hecho realidad para nosotros en ese momento y algo por lo que habíamos estado luchandoi desde hacía mucho tiempo. En ese momento, todo el mundo te felicita y te abraza. Las emociones se desbordan… En cuanto a momentos menos buenos, tuvimos una situación un tanto insólita en el tramo de Oates, en México. Cuando llevamos disputados 32 km de esa especial, tuvimos que parar de repente, ya que una puerta cerrada estaba bloqueando nuestro camino. Julien y yo nos miramos el uno al otro durante una fracción de segundo y Julien se bajó rápidamente, abrió la puerta y reemprendimos la marcha de nuevo. Por suerte, los comisarios nos devolvieron los 37 segundos que habíamos perdido en ese incidente.
¿A quién ves como tu rival más fuerte este año?
Para empezar, a mi compañero de equipo, Jari-Matti Latvala. Además, tengo curiosidad por ver cómo se desenvuelven Thierry Neuville y el equipo Hyundai en Suecia, después de que tuvieran tan poca suerte en Montecarlo. Nunca se puede descartar a Citroën. Son un equipo muy fuerte y tienen dos buenos pilotos en Mads Ostberg y Kris Meeke. Obviamente, también hay que tener en cuenta las prestaciones de Robert Kubica, sobre todo después de su demostración en la primera etapa del rallye de Montecarlo. Es un piloto increíblemente rápido en asfalto. Su pasado en Fórmula Uno está aquí y hay que tenerle en cuenta en esa superficie. Es una pena que tuviera que retirarse por un accidente en Montecarlo.
Kubica no es el primer piloto de Fórmula Uno que se pasa a los rallyes…
Es fantástico para nuestra especialidad que alguien como Robert Kubica haya optado por venir a competir con nosotros. Es una gran noticia tanto por su calidad como piloto como por la gran persona que es. Estoy deseando competir contra él. Tengo mucho interés por ver cómo se desenvuelve en los 12 rallyes que restan esta temporada, especialmente en el hielo y la nieve de Suecia.
¿Qué hace de los rallyes un deporte tan especial para ti?
Por un lado, competimos en 13 carreras a lo largo de una temporada y cada una se disputa en condiciones diferentes, desde el calor de Australia hasta el frío de Suecia. Pilotamos sobre nieve y hielo, tierra y asfalto y pasas por tramos de montañas, travesías urbanas y el campo abierto. Luego está la tremenda cantidad de público que se congrega en los tramos. Otro aspecto de gran importancia es el de que detrás del éxito de cada piloto y copiloto hay un gran esfuerzo de un equipo. Los rallyes son un deporte de equipo. Las carreras de circuitos son también gran desafío y tienen su propio atractivo, pero por el momento no cambiaría mi VW Polo WRC por nada del mundo.
