WRC México, sábado: Ogier, administrando

La ventaja que Sébastien Ogier maneja ya al frente del Rallye de México debería ser suficiente para que el francés controle a su antojo lo que queda de carrera. Esta mañana el galo continuó en la misma tónica, distanciándose 26" más de Mikko Hirvonen, ahora su más inmediato seguidor. El finlandés de Citroën ha ganado una posición, tras el abandono de Mads Ostberg por problemas eléctricos, y tiene suficientemente lejos a Thierry Neuville como para preocuparse. Dani Sordo ocupa la cuarta posición provisional.

Fernando Albes

WRC México, sábado: Ogier, administrando
WRC México, sábado: Ogier, administrando

Sébastien Ogier se mantiene firme al mando de una carrera que ha perdido esta mañana a uno de sus principales animadores, el noruego Mads Ostberg. El piloto de Ford, tras clasificarse detrás de Ogier en la especial que abría la carrera, abandonó con la batería de su Fiesta WRC a cero antes del segundo tramo, diciendo adiós a un buen puñado de puntos. Tras Ogier, Hirvonen, Neuville y Sordo no parecen ya luchar por grandes cosas, ya que las diferencias entre ellos son muy amplias. De todos modos, ante una carrera tan dura e imprevisible como el Rallye de México, ninguno está dispuesto a bajar la guardia…

 

Ibarrilla-1 (30,04 km) era el tramo que abría la jornada y el momento de ver hasta qué punto el trabajo de Citroën en la última asistencia de la jornada anterior quedaba validado. Sébastien Ogier partió de nuevo a buen ritmo y, pese a declarar no haber encontrado el ritmo perfecto, conseguía superar a Mads Ostberg por 8,4 segundos. El noruego de Ford terminaba la especial, sin embargo, muy contrariado, porque el tablero de mandos de su Fiesta WRC comenzaba a dar señales avería eléctrica grave. Mikko Hirvonen se situaba tercero, a 2,6 segundos de Ostberg, declarándose más a gusto con el comportamiento de su Citroën, mientras que Thierry Neuville encajaba ya 28,3 segundo con Ogier. Latvala, perjudicado por tener que abrir carrera al reincorporarse tras su abandono de ayer, firmaba el quinto mejor tiempo, a medio minuto de su compañero, mientras que Dani Sordo, que rodó a un buen ritmo y, según las referencias parciales, podía estar entre los 3-4 primeros, pinchaba en la última parte del tramo, cediendo al final 42,7 segundos. Pese al tiempo perdido, el español declaraba encontrarse más a gusto con los nuevos amortiguadores y estabilizadoras que el equipo montaba en su coche la noche anterior, aunque su mayor comodidad había que buscarla más bien en el perfil del tramo, más ancho y rápido que los de la jornada anterior, salvo en su última parte, justo donde pinchó el español.

 

El tramo más largo del día, Otates-2 (42,17 km) cumplía con lo esperado de él y generaba grandes diferencias. En la misma tónica de lo que llevábamos de rallye, Sébastien Ogier volvía a imponer su ley, endosándole otros 15,6 segundos a un Mikko Hirvonen que se veía libre de Mads Ostberg antes de arrancar el tramo (el noruego no iba mucho más allá del control stop de la especial que abría la etapa). Con ello, su camino hacia la segunda plaza comenzaba a quedar despejado, aunque sus aspiraciones se detenían ahí, puesto que el 1’08” que Ogier le sacaba ya iba a ser imposible de recuperar, de no mediar algún problema en el Polo WRC o un fallo del galo. Latvala se situaba a continuación, tras variar artificialmente su posición en el orden de salida penalizando 19’ en el control horario previo al tramo. En Volkswagen decidían aprovechar su reincorporación para probar cosas diferentes, en materia de reglajes, a las que llevaba el de Ogier, y saliendo más atrás lograban una comparación más rigurosa. Al-Attiyah y Sordo completaban el quinteto de cabeza, con el español de nuevo perdiendo la sintonía con su coche, lo que le llevaba a encajar nada menos que 59,2 segundos. De nuevo, esta especial cambiaba de perfil con relación a la anterior y el piloto de Torrelavega sufría una barbaridad sobre la abundante grava y en las estrecheces de la especial. Él mismo lo resumía muy gráficamente a la llegada a la asistencia: “En esas condiciones yo no freno bien, porque no agarra nada y no me fío, y si en cada frenada me cae un segundo y en el tramo hay dos mil curvas, demasiado poco me meten…” Eso sí, recortaba 9”3 a Thierry Neuville, al que un toque le ocasionaba la rotura de la dirección de su Fiesta WRC al comienzo de la especial y le hacía perder 1’08”5 con respecto al scratch.

 

El bucle matinal lo cerraba el anecdótico tramo urbano de León, donde Hirvonen, Ogier, Atkinson, Latvalas y Sordo entraban en el mismo segundo.

 

Estas eran las impresiones del piloto español en el ecuador de la etapa:

 

Benito Guerra y Borja Rozada continuaban con su aprendizaje sobre la conducción del Citroën DS3 WRC y llegaban a la asistencia de mitad de la etapa en el undécimo puesto de la general.

 

Borja Rozada resumía así la mañana:

 

La carrera reemprende su marcha con la disputa del decimoséptimo tramo, Ibarrilla-2, a las 14:04 (21:04 hora española).

 

Clasificación después de 16 tramos:

 

1º S. Ogier-J. Ingrassia (Volkswagen Polo WRC), 2:47:14.1. 2º M. Hirvonen-J. Lehtinen (Citroën DS3 WRC), a 1:08.4. 3º T. Neuville-N. Gilsoul (Ford Fiesta WRC), a 2:44.7. 4º D. Sordo-C. Del Barrio, a 2:40.1. 5º Al-Attiyah-Bernacchini (Ford Fiesta WRC), a 5:01.7.