La etapa del sábado se esperaba con cierta incertidumbre, por ver si Sébastien Ogier se podía defender algo mejor que en las jornadas del jueves y el viernes, en las que debía abrir carrera, y hasta qué punto estaría en condiciones de erosionar los 21 segundos que había cedido sobre su compañero en Volkswagen Jari-Matti Latvala.
Pero ya en el primer asalto contra el crono de la mañana, Mökiperä-1 (13.84 km) se vería que la empresa iba a ser harto complicada. Es más, Latvala conseguía endosarle 3.3 segundos más y Ogier se veía también batido por su otro compañero de marca, Andreas Mikkelsen, saliendo de esa especial con el único consuelo de haber recortado 0.7 décimas al Citroën de Kris Meeke, que ahora ya solo estaba 0.9 delante de él. Mikkelsen daba un paso al frente en la pelea por la cuarta plaza aquí, batiendo a Mikko Hirvonen (Ford) por 3.4 segundos y a Mads Ostberg por 3.7.
Jukojärvi-1 (21.93 km) traía consigo otra nueva victoria de Latvala, que esta vez solo superaba a Ogier por 0.3 segundos. El galo conseguía endosarle aquí 4.0 a Meeke, arrebatándole la segunda posición, aunque el de Citroën no parecía especialmente disgustado por ello, consciente de que tarde o temprano el adelantamiento ocurría y de que, independientemente de ello, él estaba dejando una muy buena impresión con sus tiempos y su sólida candidatura al tercer escalón del podio. Mikkelsen volvía a batir a Ostberg e Hirvonen y, a su vez, se afianzaba poco a poco en la cuarta plaza.
No contento con sus dos victorias en los tramos anteriores, Latvala aprovechaba el tercero, Surkee-1 (14.95 km) para dar otro zarpazo y demostrar hasta qué punto estaba fuerte. Declaraba en la meta que esta especial es una de sus favoritas, con una primera parte estrecha y muy técnica y una parte final, la más ancha, ultra rápida. Lanzado en tromba y sin fallos, castigaba con otros 4.1 segundos a un Ogier cuya desventaja rozaba ya el medio minuto (29.0) y que empezaba a vislumbrar ya la cruda realidad de que, de no mediar fallos o problemas en el campo contrario, la cosa se ponía ya más que cuesta arriba. Mikkelsen batía esta vez a un Kris Meeke ya resignado también al tercer puesto, pero seguramente contento por poder batir una vez más a su compañero Ostberg, que protagonizaba un rallye peor de lo esperado y no podía con Mikkelsen en su intento de alcanzar al menos el cuarto puesto.
El corto Himos-1 (4.45 km) no aportaba demasiado a la lucha por las posiciones de punta y suponía el primer scratch de Ogier en la mañana del sábado, aventajando por 0.8 a Latvala, por 1.5 a Mikkelsen, por 2.3 a Ostberg y por 4.7 a Kris Meeke. El de Citroën perdía demasiado tiempo comparado con los tramos anteriores, a raíz de un susto en el que se veía obligado a levantar porque casi termina fuera de la pista.
Latvala cerraba la sección matinal con un nuevo scratch en Leustu-1 (10.01 km), 1.7 más rápido que Ogier y Mikkelsen, que empataban a la décima. Ogier declaraba en la meta que intentaba seguir el ritmo del finlandés, pero que pequeños errores de poca importancia, pero cometidos constantemente le hacían imposible hacerlo. Sobre todo se quejaba de que no lograba encontrar el punto idóneo de ciertas frenadas y, o bien se pasaba o bien se quedaba corto… Meeke, quinto en este tramo, seguía cediendo terreno con Ogier y quedaba ya relegado a 13.5 del francés, aunque cómodamente instalado en la tercera posición, con Mikkelsen a 36.5 segundos.
La sección de la tarde se pone en marcha a las 14:27 y el primer asalto cronometrado, Mökiperä-2 (13.84 km) se disputará a las 15:20 horas (una menos en la España peninsular).
Clasificación general, tras el TC18:
1º J.M. Latvala-M. Anttila (VW Polo WRC), 2:07:35.7
2º S. Ogier-J. Ingrassia (Volkswagen Polo WRC), 29.9
3º K. Meeke-P. Nagle (Citroën DS3 WRC), 43.4
4º A. Mikkelsen-O. Floene (Volkswagen Polo WRC), 1:19.9
5º M. Ostberg-J. Andersson (Citroën DS3 WRC), 1:28.3