En el tramo que abría la jornada, Shipmans-1 (24.72 km), Latvala ilustraba su determinación de intentar batir a Ogier sacándole 2.0 segundos, lo que significaba que su desventaja se reducía a 9.8. Kris Meeke firmaba el tercer mejor registro, batiendo en esta especial a Mikko Hirvonen por 3.2 segundos, lo que le permitía arrebatarle el cuarto puesto provisional. En la práctica, no parecía que Meeke pudiera aspirar a mucho más, dado que Andreas Mikkelsen, que cedía 2.8 con el de Citroën aquí, estaba casi un minuto por delante.
Pero Ogier no estaba dispuesto a que Latvala siguiera recuperando ni terreno ni moral, así que en el corto siguiente asalto contra el crono, Bucca-1 (10.86 km), respondía endosando 1.4 segundos a su compañero, con lo que su ventaja volvía a franquear la barrera de los diez segundos, situándose en 11.4. Meeke, 0.6 más rápido que Hirvonen aquí, elevaba su ventaja sobre el finlandés hasta los 3.2 segundos, mientras que Ostberg se defendía bien de las intenciones de Paddon de tratar de desbancarle del sexto puesto y batía al neozelandés por 2.1 segundos, con lo que su ventaja se incrementaba hasta los 5.2.
El bucle matinal se cerraba con la primera pasada a Wedding Bells (9.23 km), donde un conservador Ogier se dejaba demasiado tiempo en la parte inicial del tramo. Latvala, que partía desmelenado, cometía algunos errores en el tramo, todos por exceso de ímpetu, e incluso estaba a punto de hacer un trompo en la última curva de la especial. Aun así, recortaba 2.5 a su compañero, al que ahora tenía a 8.7 segundos con las segundas pasadas a los tres tramos de la mañana pendientes. El finlandés debió tirarse de los pelos en la meta cuando vio hasta qué punto dejó pasar una oportunidad de oro para echarse encima de Ogier… Meeke firmaba el scratch y empezaba a respirar ya con cierta tranquilidad, ya que de nuevo distanciaba a Hirvonen, cuarto aquí, y se situaba 4.8 segundos delante, solidamente instalado en la cuarta plaza.
Pese a que Ogier afirmaba en la meta de ese tercer tramo que todo estaba controlado y que estaba administrando su ventaja, la segunda vuelta por el bucle matinal arrancaba con cierto interés por ver hasta qué punto los 8.7 segundos eran un margen suficiente como para “medir” tanto. Y en Shipmans-2 el líder del WRC demostraba que no iba de farol, sumando la victoria en el tramo y añadiendo 1.2 segundos a su margen, ahora de 9.9 segundos. Latvala, segundo, empezaba a ver esfumarse muchas posibilidades de llevar la incertidumbre hasta el final, mientras que Meeke conseguía otros 3.2 segundos sobre Hirvonen, ya 8.0 detrás del piloto de Citroën.
Latvala volvía a ganar en el tramo siguiente, Bucca-2, pero con solo 1.9 segundos sobre un Ogier que ya marchaba con la calculadora y con el triunfo a la vista. Mads Ostberg aportaba el único sobresalto en esta especial, ya que la rotura de la suspensión trasera de su coche le hacía perder muchos minutos y hundirse en la tabla, aunque el noruego podía continuar, tras una reparación de emergencia, para sumar puntos de marcas.
En el Power Stage los tres puntos de la victoria se los llevaba Latvala, dejando los dos del segundo puesto para Ogier y el último punto en juego para Meeke. Ogier celebraba una victoria que le sitúa ya muy cerca de su segundo título y Volkswagen, gracias al triplete sumado en Australia, podía por fin festejar su segunda corona de Marcas, haciéndolo además por todo lo alto, por primera vez desde que compite en el WRC con sus tres coches en el podio.
La próxima cita mundialista es el Rallye de Francia (3-5 de octubre) y con ella retorna a escena el asfalto. Nueva oportunidad para ver en acción a Dani Sordo, que retorna al volante del segundo Hyundai i20 WRC oficial.
Clasificación final:
1º S. Ogier-J. Ingrassia (VW Polo WRC), 2:53:18.0
2º J.M. Latvala-M. Anttila (VW Polo WRC), 6.8
3º A. Mikkelsen-O. Floene (Volkswagen Polo WRC), 1:18.0
4º K. Meeke-P. Nagle (Citroën DS3 WRC), 1:44.0
5º M. Hirvonen-J. Lehtinen (Ford Fiesta WRC), 1:53.6